¡Yo no fui!

Los niños y esas características caritas que ponen cuando saben que estaban haciendo una travesura; actúan con tanta inocencia y ternura que evita que se les pueda regañar. Hay niños más artistas que otros, me refiero es que conquistan con una facilidad, haciendo gestos, abrazando y hablando dulcemente cuando saben que no se han portado bien o los agarran con las manos en la masa, pero a toda costa dicen que:

Yo no fui

Así como la foto habla por sí sola, era mi ratoncita de muy niña, además de la cosa más dulce también muy intranquila, curiosa, traviesa y si tremenda; no se podía dejar mucho tiempo sola porque no era temerosa y se arriesgaba a subirse en cosas, tocar, registrar sin tener miedo o preocupación por una regaño. Le encantaba registrar gavetas, meterse en el closet, gabinetes, abrir la nevera y cuando la encontraba y preguntaba que hacía, ella ponía las caras más tiernas y que ganas iba a tener yo de decirle algo y menos de molestarme.

Si conquistaba mucho de esa manera y en la medida que iba creciendo lo primero que hacía era abrazarme y decía: Te amo mami. Imaginen como me ponía yo si me tenía conquistada, mi torbellino que solo cuando estaba dormida no se sentía en casa, porque desde que aprendió a hablar nunca más hizo silencio, eso no lo ha cambiado hasta hoy.

Como esa foto hay muchísimas, porque aceptar sus travesuras nunca, siempre era un Yo no fui mami. También tengo videos, sobre todo cuando empezó a caminar su imaginación voló más.