Hispaliterario 14: La Suerte De Adora En Qatar || Adora's Fate In Qatar [ESP-ENG]

En la estación de tren de Ramsey había un bullicio de gente, algunos empujando a otros para conseguir sus billetes para subir al tren. Adora, de nueve años, parecía perdida mientras se movía fatigosamente entre la multitud, hasta que fue vista por una peculiar pareja de jóvenes. Ella también los vio al mismo tiempo.

Fue la altura de la pareja lo que la hizo destacar. El marido medía más de un metro ochenta y la mujer era más baja. Iban bien vestidos y parecían tener una buena posición económica. Mientras caminaban hacia ella, la esposa sonreía, Adora se sintió avergonzada. Su vestido estaba hecho jirones y parecía sucio. Intentó mezclarse con la multitud, pero el marido la acorraló.

"Hola, chica, ¿estás perdida? ¿Cómo te llamas?", preguntó la mujer.

"Adora".

"¿Dónde están tus padres?"

Adora sacudió la cabeza con tristeza. "No estoy perdida, señora. Mi madre está muerta. I... Sólo necesito unas monedas para comer".

La pareja se miró. El marido le dio unas monedas, suficientes para la comida de una semana. La esposa se puso en cuclillas y miró a Adora a los ojos.

"Estamos de viaje en España y no podemos quedarnos o te habríamos ayudado. Pero toma esto..." Le entregó a Adora un medallón de oro. "Es tuyo ahora. Puedes venderlo para comer y usar parte del dinero para empezar la escuela si quieres".

Adora se resistió a cogerlo. Nunca nadie le había hecho un regalo tan valioso, pero la mujer tomó la mano de Adora entre las suyas y apretó el medallón con firmeza.

"Que Dios te bendiga, niña", dijo la pareja y se marchó para subir a su tren. Adora recogió el relicario y vio cómo el tren se alejaba con la pareja.

Había días en que Adora visitaba la estación con la esperanza de volver a ver a la pareja, pero nunca lo hizo.

ONCE AÑOS DESPUÉS…

En Doha, Qatar, la ciudad bullía de emoción y celebración por la inauguración de la Copa del Mundo. Era la primera vez que la competición se celebraba en Oriente Medio. Adora y su amiga, Savannah, fueron invitadas a unirse al equipo de seguidores de España que viajaba para animar a la selección.

Adora era reacia a ir porque pensaba que era una pérdida de tiempo y que podía ver los partidos en directo en su televisor si quería. Savannah juró que dejaría de ser amiga de Adora si no viajaba con ellas. Y así fue como las chicas llegaron a Doha.

Adora salía de su habitación de hotel cuando un apuesto joven se tropezó con ella en un descuido. Estaba hablando por teléfono y no la vio.

"Oye, ¿qué te pasa? ¿No miras por dónde vas?", respondió ella. El hombre colgó la llamada y le sonrió disculpándose, sólo para que ella se fijara en un precioso medallón de oro que Adora llevaba alrededor de su esbelto cuello.

"Lo siento mucho", se disculpó el joven.

"No lo sientas. Mira por dónde vas la próxima vez", dijo Adora y se dio la vuelta para marcharse cuando el hombre la detuvo.

"Señorita, lo siento de nuevo. Me llamo Ferran", dijo llevándose una mano al pecho.

"¿Y?", respondió Adora secamente porque la sonrisa de Ferran empezaba a ser molesta.

"Es un relicario precioso el que llevas al cuello, ¿lo has comprado tú?

Adora se tranquilizó un poco y tocó el relicario con cariño. Sonrió: "Fue un regalo de dos personas especiales que conocí hace mucho tiempo".

"Qué bonito por su parte".

"Siento haber sido grosera. Me llamo Adora. Voy a ver el partido de España contra Costa Rica".

"Qué casualidad, yo también. ¿Vamos juntos?"

Un elegante coche negro de lujo aparcó frente al hotel y Ferran abrió la puerta para que Adora subiera. Durante todo el trayecto se preguntó quién sería el joven rico. Hablaron y ella disfrutó de su conversación.

Cuando llegaron al estadio, Ferran la llevó a la zona de asientos VIP y le presentó a su padre y a su madre, los señores Torres. Adora se quedó helada.

"Mami, ¿recuerdas la historia del relicario que me contaste? El relicario de Adora es exactamente igual", dijo Ferrán.

Adora recordó a la pareja que ella era la huérfana hambrienta a la que le regalaron el medallón en la estación de tren de Ramsey. Fue un bonito reencuentro para ellos mientras Ferran se excusaba y los dejaba.

Cuando el Sr. y la Sra. Torres le preguntaron por qué no había vendido el relicario, Adora respondió que era el mejor regalo que le habían hecho y que, de alguna manera, esperaba volver a verlos. La pareja se sintió muy orgullosa de ella.

Al comienzo del partido, tras el canto ceremonial del himno nacional de los dos países y la alineación de los jugadores, Adora vio a Ferran entre los jugadores.

"Ah, ¿su hijo es uno de los jugadores españoles?", preguntó emocionada a los señores Torres.

La señora Torres sonrió con orgullo. Sí, es nuestro hijo".

Adora disfrutó de su estancia en Qatar, ya que ella y Ferran se hicieron buenos amigos y más tarde se enamoraron el uno del otro. Era como si el destino hubiera querido que los Torres fueran su familia.

EL FIN.

^Source

There was quite a rush at Ramsey train station as people moved around, some pushing against others to get their tickets and board the train. Nine-year-old Adora, looked lost moving wearily amidst the crowd only for a young, peculiar couple to sight her. She saw them too at the same time.

Their height was what made them stand out to her. The husband was more than six feet tall while the wife was shorter. They were well-dressed and looked wealthy. As they walked towards her, the wife's smiling, Adora became ashamed. Her dress was tattered and she looked dirty. She tried to mix up with the crowd but the husband cornered her.

"Hello, girl. Are you lost? What's your name?" The wife asked.

"Adora."

"Where are your parents?"

Adora shook her head sadly. "I'm not lost, ma'am. My mother is dead. I - I just need a few coins for a meal."

The couple glanced at each other. The husband gave her a few coins, enough for a week's meal. The wife squatted and looked Adora in the eye.

"We are travelling through Ramsey and can't stay or we would have helped you. But take this…" She gave Adora a gold locket. "It's yours now. You may sell it to eat and use some of the money to start school if you want."

Adora was reluctant to take it. No one had ever given her such a valuable gift before but the woman took Adora's hand in hers and pressed the locket firmly into it.

"God bless you, child," the couple said and left to board their train. Adora gripped the locket and watched as the train rode off with the couple.

There were days when Adora would visit the station hoping she would see the couple again but she never did.

ELEVEN YEARS LATER…

In Doha, Qatar, the city was agog with excitement and celebration of the inauguration of the world cup. This was the first time the competition was being hosted in the Middle East. Adora and her friend, Savannah, were invited to be a part of Spain's Supporters Team travelling to cheer up the national team.

Adora was reluctant to go as she believed it was a waste of time and she could as well watch the live matches on her TV if she wanted. Savannah vowed she would stop being friends with Adora if she didn't travel with them. That was how the young ladies arrived at Doha.

Adora was walking out of her hotel room when a young, handsome man bumped into her carelessly. He was on his phone talking and did not see her.

"Hey! What is wrong with you? Don't you watch where you are going?" She retorted. The man hung up the call and smiled at her in apology only for him to notice a beautiful gold locket on Adora's slender neck.

"I'm so sorry, " he apologised.

"Don't be sorry. Watch where you are going next time," Adora said and turned to leave when the man stopped her.

"Miss, again I'm sorry. My name is Ferran," he said, placing a hand on his chest.

"So?" Adora replied rudely because Ferran's smile was becoming annoying.

"That's a beautiful locket on your neck. Did you buy it?"

Adora calmed down a little and lovingly touched the locket. She smiled, "it was a gift from two special people I met a long time ago."

"Oh. That's nice of them."

"I'm sorry for being rude. My name is Adora. I'm on my way to watch Spain versus Costa Rica match."

"What a coincidence, so am I. Let's go together?"

A sleek black luxury car parked in front of the hotel and Ferran opened the door for Adora to get in. All through the journey to the stadium, she wondered who the rich young man was. They talked and she enjoyed their conversation.

Getting to the stadium, Ferran took her to the VIP seating area and introduced her to his father and mother, Mr and Mrs Torres. Adora froze in shock.

"Mami, remember the story of the locket you told me? Adora's locket looks exactly like it," Ferran said.

Adora reminded the couple that she was the hungry orphan they gave the locket to at the train station in Ramsey. It was a beautiful reunion for them as Ferran excused himself and left them.

When Mr and Mrs Torres asked why she never sold the locket, Adora replied that it was the best gift anyone had ever given her and somehow she'd hoped to see them again. The couple was very proud of her.

As the match started after the ceremony of singing the national anthem of the two countries and viewing the lineup of the players, Adora saw Ferran among the players.

"Oh! Your son is one of the players for Spain?" She asked Mr and Mrs Torres excitedly.

Mrs Torres smiled proudly. "Yes, that's our son."

Adora enjoyed her stay in Qatar as she and Ferran became good friends and later fell in love with each other. It was as if fate destined that the Torres were her family.

THE END.

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