Relato: Dinosaurios espaciales en Chichén Itzá

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Una nueva visita de los dinosaurios espaciales


Fuente de la imagen: Pexels

Era una tarde lluviosa cuando me senté en una mesa de la cafetería céntrica Sempere a redactar lo que sería un artículo dedicado a un extraordinario evento que se dio lugar por tercera vez consecutivo en este año lleno de sorpresas.

Volví a ver a José Luis y a Pedro, los dinosaurios espaciales cuya nave aterrizó en el mercado de Santiago. Recuerdo la locura que se desató con su llegada; cómo olvidar de los memes que todo el mundo trepaba en las redes sociales, los pleitos entre paleontólogos y teóricos de la conspiración, y hasta las declaraciones del presidente de nuestro país al respecto.

Hoy vinieron otra vez, y como sucedió el mes pasado, con compañía.

Sonrío quedamente mientras que, bebiendo un sorbo de té de manzanilla, empieza a redactar mi artículo.

Mérida, Yucatán, México, a tal día de tal mes de tal año.- Desde hace dos meses estamos recibiendo a José Luis y Pedro, dos dinosaurios del espacio. Sus visitas han causado un gran impacto en la sociedad yucateca; comprensible es la incredulidad ante la perspectiva de que quizás lo que se nos ha enseñado en la escuela respecto a los dinosaurios no sea del todo cierto, pues ellos nos obliga a replantear la posibilidad de que los dinosaurios hayan constituido una civilización más avanzada que nosotros.

Hoy no fue la excepción. Justo cuando las cosas ya estaban calmadas, nuestros amigos espaciales llegaron a Yucatán, esta vez a Chichén Itzá. Y como sucedió en la última vez que los vimos, no estaban solos. Con ellos se encontraba la mamá de José Luis, doña Elvira, quien quería venir a Mérida para comprar un par de cierres en la mercería Huacho Martín, así como adquirir un par de dulces en la Sorbetería Colón.

El viaje de Chichén a Mérida fue una auténtica aventura de la cual su servidora fue partícipe; durante el aparatoso viaje a la capital yucateca, doña Elvira nos comentó que ella supo de esos lugares gracias a José Luis.

En cuanto a la descripción de su planeta, Dino, doña Elvira nos contó que se trata de un planeta más o menos parecido a la Tierra, excepto que ahí hay más mar que tierra. Los dinosaurios siempre han tenido curiosidad por saber qué fue de su antiguo hogar, por lo que se sorprenden cuando escuchan de la raza humana.

La idea de venir aquí ha sido del propio José Luis, quien tiene la tendencia de explorar aquí y allá.

Cuando llegamos a Mérida, fuimos a comer unas tortas de cochinita en el mercado de Lucas de Gálvez; después nos fuimos al Huacho Martín a comprar sus cierres, y de ahí nos fuimos al Colón a comprar los dulces. Contenta con el viaje, los dinosaurios y su servidora emprendimos el viaje de regreso a Chichén, en donde nos despedimos, deseándoles que regresen pronto para compartir más anécdotas.



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