Relato: El sacrificio de Güzelay

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Era una noche solitaria en los Jardines Colgantes de Calibán, una de las lunas más bellas de Urano famosa por las flores exóticas que crecen en sus territorios.

Martha "Güzelay" Videgaray estaba frente a uno de los tantos altares dedicada a Madre de Luz, Madre de Sombra, una de las religiones más predominantes de los Cinco Planetas la cual había sido declarada ilegal debido a la férrea oposición a la divinización de la familia imperial. Por un momento se acordó de aquella película que había visto alguna vez en la Tierra, Las Crónicas del Narnia: El león, la bruja y el ropero. Un altar de piedra parecida a aquella sobre la cual pasaba su mano había hecho acto de presencia en la escena del sacrificio de Aslan, el león.

Según le llegó a contar Aghar, su mejor amiga, confidente y aliada, en aquél altar se colocaban las primeras cosechas y se recitaban oraciones para pedir por un año próspero en todos los sentidos. También era el lugar en donde se producían grandes acuerdos políticos y militares.

Pero la presencia de Güzelay no obedecía a ninguna de esas cosas. Había acudido a ese lugar de encuentro por ser uno de los pocos lugares en donde podría hablar con mayor libertad con alguien... Sobre todo con el general Adelbarae Borg.

Apodado el Carnicero de Neptuno, Borg era conocido por su naturaleza despiadada, su alta fidelidad hacia la familia imperial, su poca consideración hacia los indefensos y su eficiencia en el mando de los ejércitos. Esta última cualidad, junto con su carisma, lo hacían un comandante temido y respetado en ambos bandos. Tanto era así que el emperador, en un intento de sobornarlo, le dio a elegir entre las 300 concubinas de su harén a alguna que le gustara para pasar diez noches.

Borg optó por no elegir a nadie, por lo que se dice que quizás él estaba contento con las mujeres que se encontraban en su ejército y que una concubina significaría más problemas que placeres para él, dado que las concubinas eran demasiado frágiles. Lo último lo supo por boca de Makeba, otra amiga suya y aliada dentro del harén, hace un par de meses.

Sin embargo, ella debía intentarlo si quería salvar de la muerte a Deepika Devi, otra de sus amigas y aliadas. La joven era una de las nuevas favoritas de Ergane VI, emperador de los Cinco Planetas, y la esposa secreta de Jethro Van'e, Gran Duque de Júpiter y uno de los líderes de la Resistencia, ahora fugitivo. Deepika fue acusada de traición luego de que falleciera Janos Barsii, amigo suyo y general de la Resistencia, a quien pasaba información clave.

Güzelay le debía a Deepika su vida, ya que su consejo y su amistad la ayudaron a sortear al príncipe Haeghar, uno de los hijos del emperador famoso por sus arrebatos violentos y por ser alguien que no soporta que nadie sea más listo que él. Ahora era su turno devolverle el favor, pero debía hacerlo de la forma más discreta posible, sin comprometer su propia vida y la de Aghar.

Por ello le había enviado a Jethro una misiva, indicando un plan con igual probabilidad de éxito y fracaso.

Un ruido la distrajo. Volviéndose en dirección hacia el punto en donde se originó el sonido, Güzelay vio a un hombre encapuchado de alta estatura y armadura plateada acercándose a donde se encontraba ella.

"General Borg", saludó.

"Concubina Menor Güzelay", replicó el hombre mientras se quitaba la capucha.

"Le agradezco que acudiera a este encuentro. Espero no haber interrumpido algo... importante".

"No se preocupe por eso. No tenía nada que hacer".

Asintiendo con la cabeza, la mujer comentó: "Iré entonces directo al grano: Supe que usted será el encargado de ejecutar a los miembros de la Resistencia que fueron capturados... Incluyendo a Deepika Devi".

Borg sonrió quedamente. Era evidente que Güzelay simpatizaba con Deepika, a pesar de que nunca se les veía juntas salvo en los desfiles militares. Sin embargo, también era cuidadosa, por lo que pudo deducir; sabía que si alguien la asociaba con la terrícola, no dudaría en decírselo a Ecclesía, enemiga de Deepika y la madre de los príncipes D'Leh y Oranna, con quienes Güzelay ha tenido dos incidentes desde que llegó al harén imperial.

"Supongo que quiere salvar su vida", sentenció el general.

"Le debo a ella mi vida. Quiero devolverle el favor".

"No le recomiendo arriesgar la posición que tiene por una traidora".

"Entonces yo también me considero traidora por querer salvar a alguien que quiere ver a su pueblo libre de la tiranía de un cobarde".

"¿Sabe que esas palabras la pueden llevar a la muerte?"

"De algún modo he de morir algún día. Si no es por Oranna, su hermano y la maldita mierda a la que tiene por madre, quizás sea por un cerdo como usted".

Borg rio. Güzelay, por su parte, sonrió con indiferencia. Mientras entretenía al general, la prisión en donde se encontraban Deepika y otros soldados fieles a la Resistencia estaba siendo asaltada de forma silenciosa.

Rogó a Dios y a todos los santos que Jethro lograra salvar a su esposa, de modo que pudieran huir lejos de Saturnalia, la capital del imperio. Sin embargo, y previendo que el plan quizás fracase, Güzelay intentaría seducir al general Borg y convencerlo de que la ayudara a fingir la muerte de Deepika. El trato a ofrecerle sería ser su amante o buscar a la concubina en la que haya posado sus ojos en el último desfile militar.

"Venía a ofrecerle un trato al respecto, general, pero esperaré a que se calme un poco", dijo.

Mirándola de forma divertida, Borg replicó: "¿Y qué trato sería ese, pajarito?"

"Escuché que le gusta una concubina. No se sabe quién, pero si usted me lo dice, quizás pueda convencerla de que sea su amante".

"Oh... Los placeres de una mujer. Creí que ofrecería dinero, sinceramente".

"Si es dinero lo que quiere, veré cómo conseguírselo".

Borg bufó.

De forma repentina, Güzelay sintió cómo el hombre la tomaba del cuello y la empujaba contra el altar. Mirándola con súbita frialdad, le contestó: "¿Qué tan dispuesta estás a sacrificar por tu amiga, Güzelay?"

La mujer, desafiante, le respondió: "Lo que sea necesario".

"¿Incluso tu libertad?"

"Sí...".

Soltándola, Borg le dijo: "Entonces acude al templo de estos jardines mañana por la noche. Y trae contigo a tu amiga Aghar; necesitaremos una testigo".



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