POCOS PUEDEN IGUALARME EN FORTUNA

Para mis tres amigos poetas: Aldo García Trejo, Jesús Pérez Soto y Martín de Santiago

Pocos pueden igualarme en fortuna.
Pocos ven la fortuna que yo tengo.
Tengo la bendición siempre oportuna
del vientre de virtud de donde vengo.
Bendigo el sol que mi espaldar lacera,
pues luego de un trabajo sin sosiego
una mujer en el hogar me espera
y mis hijos me besan cuando llego.

Pocos pueden igualarme en fortuna.
Yo puedo con mi cruz aunque esta tenga
un peso singular como ninguna
y un fuego inmarcesible la sostenga.
No temo al huracán que en mí se frene,
porque mucho antes de que caiga al suelo
la mano de un amigo me sostiene
y me unta el aliciente del consuelo.

Pocos pueden igualarme en fortuna.
No conozco la escasez ni la pobreza.
Aunque nada la cosecha me reúna
jamás me falta el pan sobre la mesa.
No anhelo la riqueza que con celo
le arrancan a las rocas los mineros,
pues cada noche me regala el cielo
el oro sideral de los luceros.

Pocos pueden igualarme en fortuna.
Tengo paz, tengo amor, duermo sereno
desde el mismo momento que en la cuna
mi madre me bendijo: “Serás bueno”.
Aquí me puso Dios para este viaje
y avanzo como el cauto peregrino
que goza los colores del paisaje
ignorando los baches del camino.

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Tomás Jurado Zabala
Foto de mi autoría. Retrato pintado por mi amiga María de Jesús Flores Moreno