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I got my results report booklet and gazed at it. After a while, I signed and threw it on the floor. It's the same results, the same reports; there's no change. "How do I show this to Mom?". How will she react to seeing this? I had promised to make her proud, but I guess I didn't give my best.". I'm tired, and there's no way I'm going to further my education with this report. I'll just go home and tell her I'm not going to school anymore. I've worked hard enough, and I'm extremely tired of the whole situation. No matter how hard I work, everything just seems futile."

I kept on murmuring to myself until I got home. "Good afternoon, Mom." I greeted her and handed her the report booklet. Welcome back, Nora. I'm glad you're back. I hope you've made me proud this time. Mom asked, staring at me as she saw my head bow down in disappointment. "Oh no, Nora, not again. You know very well that I can't show such results to your dad. The last time you failed, I had to convince him not to trash you. But this time, to be honest with you, I won't say anything. This is getting out of hand. I can't take this anymore.

That day, Mom was very upset with me and didn't speak with me till the next day. I was glad Dad didn't come home, but that was just for a day. He will come home by evening today, and there's no room for escape for me. I tried to tidy up the house, arrange everything, and keep everything in order, so even if he gets angry, at least my work here at home will calm him down.

"Welcome back, Mom and Dad," they both chorused their response. "Thank you, Nora." Just as I was about to sneak away from their presence, Dad called me back. " Nora" Yes, Dad, I responded. "Come sit here; I need to talk to you.". I replied and went to sit with him. "Nora, my dear, your mother showed me your results a while ago. And going through it, the remarks were not impressive at all. I'm not going to scold you, but I'm going to give you a piece of advice, and I need you to hold on to everything I'll be telling you because no one else will tell you this. He stated this as he began advising me.

When I was your age and class, I wasn't sure of where I was headed. I wasn't counted among the brilliant students because of how bad my reports were. Every term I kept getting the same reports, and each time I would show them to my dad, he would take the reports and show them to my cousins, and they would mock me and make me feel bad. This was my father's way of punishing me. This kept on happening, and I became worried. I was so worried that I started thinking of ways to improve my studies.

I realized I needed to double up on everything I was doing regarding school's relationship. I had to make sure the time I stayed up to read at night was doubled. I used to read for two hours, then I would go to sleep. I had to double my reading time to four hours. Then I minimized my playing time. I stayed a whole term without watching TV. I would stay back in school to ask about the topics I didn't understand when the lesson was going on. I started making friends with brilliant students as well. With all this, my test scores started improving, and then I wrote exams and scored the highest.

I did it continuously, and when the results were out, I took it to my dad, hoping he would show it to my cousin so I could be celebrated, but he didn't. I didn't mind. Next term, I doubled my work from reading for four hours to eight hours. This time I scored the overall best in the school. Not just my cousins, but the whole school celebrated me. I realized Dad didn't show my cousin the results, so I would stop striving. Instead, he kept it back so I could put in much more effort. Now look, dear. Your dad is one of the most successful businessmen and the wealthiest amongst my cousins.

All the mockery and shame my cousins gave me before are now like water under a bridge to me. I'm successful, and I want you to be successful, my dear. Because your failure doesn't make you a loser. But once you give up on yourself, You become the biggest loser in the world. So please, my dear, I need you to take into consideration what I have told you, try, and buckle up in your studies. I promise I'll reward you with something massive when you win.". He brought out his hands for a handshake. "Nora, promise me you'll bring a better result next time." I smiled and said, "I promise, Daddy, I'll double up.". We both smiled, and Mom came and gave us a big hug.

In Spanish

Cogí mi cuadernillo de resultados y lo miré. Al cabo de un rato, firmé y lo tiré al suelo. Son los mismos resultados, los mismos informes; no hay ningún cambio. "¿Cómo le enseño esto a mamá? ¿Cómo reaccionará al ver esto? Le había prometido que estaría orgullosa, pero creo que no he dado lo mejor de mí". Estoy cansado, y no hay manera de que siga estudiando con este informe. Me iré a casa y le diré que no voy a ir más a la escuela. Ya he trabajado bastante y estoy muy cansada de toda esta situación. Por mucho que me esfuerce, todo parece inútil".

Seguí murmurando para mis adentros hasta que llegué a casa. "Buenas tardes, mamá". La saludé y le entregué el cuaderno de notas. Bienvenida, Nora. Me alegro de que hayas vuelto. Espero que esta vez me hayas hecho sentir orgullosa. preguntó mamá, mirándome fijamente al ver mi cabeza inclinada por la decepción. "Oh, no, Nora, otra vez no. Sabes muy bien que no puedo mostrar esos resultados a tu padre. La última vez que suspendiste, tuve que convencerle de que no te destrozara. Pero esta vez, para serte sincera, no diré nada. Esto se está saliendo de control. No puedo soportarlo más.

Ese día, mamá estaba muy enfadada conmigo y no me habló hasta el día siguiente. Me alegré de que papá no viniera a casa, pero fue sólo por un día. Hoy volverá a casa por la tarde, y ya no tengo escapatoria. Traté de arreglar la casa, acomodar todo y mantener todo en orden, así que aunque se enoje, al menos mi trabajo aquí en casa lo calmará.

"Bienvenidos de nuevo, mamá y papá", respondieron ambos a coro. "Gracias, Nora". Justo cuando estaba a punto de escabullirme de su presencia, papá me volvió a llamar. "Nora" Sí, papá, respondí. "Ven siéntate aquí; necesito hablar contigo". Respondí y fui a sentarme con él. "Nora, querida, tu madre me mostró tus resultados hace un rato. Y repasándolos, las observaciones no eran nada impresionantes. No te voy a regañar, pero te voy a dar un consejo, y necesito que te quedes con todo lo que te voy a decir porque esto no te lo va a decir nadie más". Afirmó esto mientras empezaba a aconsejarme.

Cuando yo tenía tu edad y era de tu clase, no estaba seguro de hacia dónde me dirigía. No me contaban entre los alumnos brillantes por lo malos que eran mis informes. Cada trimestre me daban los mismos boletines, y cada vez que se los enseñaba a mi padre, él cogía los boletines y se los enseñaba a mis primos, y ellos se burlaban de mí y me hacían sentir mal. Era la forma que tenía mi padre de castigarme. Esto seguía ocurriendo y empecé a preocuparme. Estaba tan preocupado que empecé a pensar en formas de mejorar mis estudios.

Me di cuenta de que tenía que redoblar todo lo que estaba haciendo en relación con la escuela. Tenía que duplicar el tiempo que me quedaba leyendo por la noche. Solía leer durante dos horas y luego me iba a dormir. Tuve que duplicar mi tiempo de lectura a cuatro horas. Luego reduje al mínimo mi tiempo de juego. Estuve un trimestre entero sin ver la tele. Me quedaba en la escuela para preguntar sobre los temas que no entendía mientras duraba la clase. También empecé a hacer amistad con alumnos brillantes. Con todo esto, mis notas empezaron a mejorar, y luego hice exámenes y saqué la nota más alta.

Lo hice continuamente y, cuando salieron los resultados, se lo llevé a mi padre, con la esperanza de que se lo enseñara a mi primo para que me lo celebrara, pero no lo hizo. No me importó. El curso siguiente, doblé mi trabajo y pasé de leer cuatro horas a ocho. Esta vez saqué la mejor nota del colegio. No sólo mis primos, sino toda la escuela me celebró. Me di cuenta de que papá no le enseñaba los resultados a mi prima para que dejara de esforzarme. En lugar de eso, me lo ocultó para que me esforzara mucho más. Ahora mira, querida. Tu papá es uno de los empresarios más exitosos y el más rico entre mis primos.

Todas las burlas y vergüenzas que mis primos me hacían antes son ahora como agua pasada para mí. Yo tengo éxito, y quiero que tú lo tengas, querida. Porque tu fracaso no te convierte en un perdedor. Pero una vez que te rindes, te conviertes en el mayor perdedor del mundo. Así que por favor, querida, necesito que tengas en cuenta lo que te he dicho, inténtalo, y abróchate el cinturón en tus estudios. Te prometo que te recompensaré con algo enorme cuando ganes". Sacó las manos para estrecharlas. "Nora, prométeme que la próxima vez traerás un resultado mejor". Sonreí y le dije: "Te lo prometo, papá, doblaré la apuesta". Los dos sonreímos, y mamá vino y nos dio un gran hu
g.

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