Mientras ellos están divirtiéndose, la mamá de Nacho está cocinando, haciendo alguna torta para la merienda, arreglando su casita. Las veces que he ido a buscar a mi hijo para traerlo a casa, me he sentido envuelta en una atmósfera de paz, de tranquilidad, que hace que me den deseos de vivir allí. Es la máxima expresión de la relajación.

En estas dos fotos de arriba no aparece mi hijo, porque es él quien está tomando la fotografía. Aquí acaban de almorzar y su mamá dijo que descansaran antes de continuar con el recorrido por la zona. Se quedaron tranquilitos y se pusieron a jugar Roblox. Así pasaron un buen rato y mucho más tarde hicieron un recorrido por un sector en ruinas, que más adelante, la mamá de Nacho les relataría la historia de ese lugar.

Los chicos siguieron su recorrido y pronto comenzó a llover. Ellos se resbalaron, se cayeron por un barranco que no era peligroso y llegaron a la casa sucios, llenos de lodo. Heidi, la mamá de Nacho, me contó que le dio risa al verlos así y los mandó a darse una ducha, mientras ella estaba haciendo la masa para una pizza que harían los chicos.

Ellos se bañaron, se pusieron sus pijamas y amasar la masa de la pizza, para luego ponerle los ingredientes que tenían en casa.

Una vez después de cenar, Heidi les contó que esa casita en ruinas, iba a ser una especie de capilla para la familia y algunos lugareños, pero que cuando hacían alguna construcción, al día siguiente había sido derribada. Una noche decidieron ir a investigar qué sucedía o quién les estaba saboteando su trabajo, pero no encontraron nada, excepto que cuando se iban acercando al lugar, escucharon el llanto de un niño y por más que buscaron por todas partes, no vieron a nadie y si se alejaban para regresar a casa, el llanto del niño volvía a escucharse; si se acercaban, el llanto se detenía.

Durante varios días buscaron en vano al niño y preguntaron a los lugareños por sus hijos y los que tenían niños pequeños aseguraban que los niños no podían haberse escapado durante la noche.

A pesar de que un sacerdote bendijo el lugar poco después, el llanto del niño suele escucharse de vez en cuando. Y resulta estremecedor porque el silencio reinante durante la noche es interrumpido por el inquietante llanto.