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Un cordial saludo Damas y Caballeros, miembros activos de esta comunidad. Muy contenta de unirme a la diversión, en el Concurso #158 con ...QUERIDO DIARIO...

Los quehaceres han relegado y espaciado nuestros encuentros, pero hoy, en esta noche perlada, bajo los arrumacos y el arrullo de la suave brisa, volvemos a encontrarnos. Aquí estás, donde siempre. Listo y fiel a la cita, sin pretensiones, sin reclamos ni porqués. En nuestro espacio prodigioso, donde los pensamientos burbujean y proliferan, fluyendo como alfombras mágicas, en un cielo de papel. Son las palabras escritas, protagonistas de nuestra tertulia, porque llevan consigo fragmentos llenos de la historia de mi vida. Huellas fiables de mi viaje, representantes indiscutibles de lo que ha sucedido. Así, entre destellos de gotas de tinta, la pluma, con voluntad propia, imprime con sus letras, las emociones más auténticas e insondables, seduciendo con astucia el sumiso papel, fluyendo con exquisitez lo recorrido. Escritos que dibujan paisajes pasados, en un viaje donde no hay discontinuidades ni rupturas, donde el tiempo no limita, abriendo las remembranzas en lo más profundo del ser. Verdades que se entretejen en un tapiz de mixturas, bajo evocaciones de aromas, sonidos y colores. No perdamos más tiempo, mi querido diario, vamos a la historia que ansiosamente deseo liberar y estampar.

El preludio de la jornada, que voy a relatarte, fue inquietante. No tenía dudas, el lema era "todo rosa", pero los preparativos me impacientaban. Solo unas horas me separaban del evento. Intuía que sería memorable, pero también aflorarían sentimientos y emociones encontradas, de esas con un toque agridulce. Emocionada y con todo preparado (ropa, zapatos, silbatos y globos) me entregué al descanso.

A pesar de todo, mi sueño fue reparador. Me desperté feliz y empecé a prepararme. Quería ser una de las primeras en llegar a nuestro evento Rosa. Miré por la ventana y el sol seguía somnoliento, perezoso, con una mañana de nubes encapotadas. Los pensamientos me asaltaron, con predicciones de lluvia, entonces entré en razón, y me dije con valentía ¡Que fluya el día!

Y así fue, el sol empezó a brillar en todo su esplendor. A medida que me acercaba al lugar, todo se teñía de rosa, mi corazón latía extasiado. Era temprano y ya había una multitud de señoras, hombres y niños para conmemorar la lucha de millones de mujeres que se enfrentan cada día al cáncer de mama. Todos unidos solidariamente, con alegría y entusiasmo. Reafirmando que no todo está perdido y que somos muchas manos dispuestas a apoyar y voces para dar aliento. El amor se regocijó en sus más diversas representaciones.

Dieron brillo y elegancia a la mañana, las valientes guerreras, mujeres que destilaban inspiración y actitud gallarda, expresiones que denotaban que no se rendirían, con la convicción de que todo pasaría. Mi energía se enriquecía con cada contacto. Los brazos, besos, saludos y buenos deseos de personas conocidas y desconocidas eran tangibles. Nuestras almas se unían para iluminar el camino de la solidaridad sin distinción, sin censura: amigos, familiares, pacientes y médicos tratantes.

Fue una experiencia positiva, que reforzó mi confianza y me ayudó a disipar los miedos e inquietudes que a veces me invaden, debido a mis antecedentes familiares de cáncer. Estoy decidida a no permitir sombras. Estaré atenta a las señales y si llegan, las afrontaré con templanza y entereza. Sé que nunca estaré sola.

Así que, mi querido diario, nuestro encuentro llega a su fin. Dejo aquí, estas huellas de un día increíble en mi vida. Para recordarlo, sentirlo y revivirlo, tantas veces como sea necesario. Sobre todo cuando llamen a mi puerta emociones que afecten a mi equilibrio y generen turbulencias. Me animaré leyendo una y otra vez ¡Mi Especial Día Rosa!

A cordial greeting Ladies and Gentlemen, active members of this community. Very happy to join the fun, in Contest #158 with ...DEAR DIARY...

The chores have relegated and spaced our meetings, but today, on this pearly night, under the lullabies and the cooing of the gentle breeze, we meet again. Here you are, where you always are. Ready and faithful to the appointment, without pretensions, without claims or whys. In our prodigious space, thoughts bubble and proliferate, flowing like magic carpets, in a sky of paper. They are the written words, protagonists of our gathering because they carry with them fragments full of the history of my life. Reliable traces of my journey, indisputable representatives of what has happened. Thus, among flashes of ink drops, the pen, with its own will, prints with its letters, the most authentic and unfathomable emotions, seducing with cunning the submissive paper, flowing with exquisiteness the journey. Writings that draw past landscapes, in a journey without discontinuities or ruptures, where time does not limit, opening the remembrances in the deepest part of the being. Truths that are interwoven in a tapestry of mixtures, under evocations of aromas, sounds, and colors. Let's not waste any more time, my dear diary, let's go to the story that I anxiously wish to release and stamp.

The prelude to the day, which I am going to tell you about, was unsettling. I had no doubts, the motto was "all pink", but the preparations made me impatient. Only a few hours separated me from the event. I sensed that it would be memorable, but also mixed feelings and emotions would emerge, those with a bittersweet touch. Excited and with everything ready (clothes, shoes, whistles, and balloons) I gave myself to rest.

Despite everything, my sleep was restful. I woke up happy and started to get ready. I wanted to be one of the first to arrive at our Pink event. I looked out the window and the sun was still sleepy, lazy, with a morning of overcast clouds. Thoughts assailed me, with predictions of rain, then I came to my senses, and boldly said Let the day flow.!

And so it was, the sun began to shine in all its splendor. As I approached the place, everything was tinged pink, and my heart was beating ecstatically. It was early and there was already a crowd of ladies, men, and children to commemorate the struggle of millions of women who face breast cancer every day. All united in solidarity, with joy and enthusiasm. Reaffirming that all is not lost and that there are many hands ready to support and voices to give encouragement. Love rejoiced in its most diverse representations.

They gave brightness and elegance to the morning, the brave warriors, women who exuded inspiration and gallant attitude, expressions that denoted that they would not give up, with the conviction that everything would pass. My energy was enriched with each contact. The arms, kisses, greetings, and good wishes from people known and unknown were tangible. Our souls were united to light the path of solidarity without distinction, without censorship: friends, relatives, patients, and treating physicians.

It was a positive experience, strengthening my confidence and helping me to dispel the fears and uneasiness that sometimes invade me due to my family history of cancer. I am determined not to allow shadows. I will watch for the signs and if they come, I will face them with temperance and fortitude. I know I will never be alone.

So, my dear diary, our meeting has come to an end. I leave here, these traces of an incredible day in my life. To remember it, to feel it and to relive it, as many times as necessary. Especially when emotions that affect my balance and generate turbulence come knocking at my door. I will encourage myself by reading, again and again, My Special Day Pink!