Bájale dos al consumismo [Esp/Eng]
Mami, me compras una cosita?
Mami, yo no tengo ese carrito!
Mami, será que podemos ir a comer afuera?
English
Si nos ponemos a contabilizar cuantas veces nuestros hijos nos piden cosas y se las complacemos, o sin ir muy lejos, nosotros mismos adquirimos elementos que no necesitamos, por el simple hecho de que nos gustó o que estaba de oferta, aunque luego no lo vayamos a utilizar, quedaríamos perplejo con las cifras de dinero que pudieramos haber invertido mejor.
Y es en los tiempos de crisis cuando nos empezamos a lamentar las malas decisiones adquisitivas, ya que ante la falta de liquidez como que se nos activa el cerebro y la manera racional de gestionar los gastos diarios.
Considero que la educación financiera es tan importante como saber de historia, geografía, lenguaje y matemáticas, y de hecho, utilizar esta última asignatura no como un mecanismo de procesar números sin sentido, sino más bien darle la utilidad de las mismas en aspectos de la vida cotidiana.
Con mucha razón me dice mi hijo Abraham, ¿de qué me sirve a mi saber calcular la raíz cúbica de la raíz cuadrada de X al cuadrado, cuando vaya a ir a comprar en el supermercado? y él que es tan pragmático realmente le ve poco sentido si le explican de esa manera los números, y disfruta cuando lo pongo a que hagamos el presupuesto de gastos semanales o la planificación de los ahorros para comprar algo para la casa.
Justamente, la semana pasada leía el post de @aaalviarez, con respecto a la necesidad de manejarse con un presupuesto, para lograr el control de los gastos e inclusive generar una capacidad de ahorro, y entré en consciencia, de que a pesar de tratar de comprar de manera racional (y no emocional), me hacía falta algo extra para entrar por el carril adecuado, en lo que respecta a mis inversiones semanales.
Sistematizar el tema referente al dinero que entra y sale de nuestras manos, es la forma de crear conciencia sobre lo que realmente necesitamos, dejando siempre un monto para imprevistos y recreación, obviamente, ayudándonos a mejorar nuestra relación con el dinero y bajando los niveles de consumismo innecesarios.
Nos hemos acostumbrado a vivir en una sociedad del desecho, en la que no buscamos reparar lo dañado, sea material o espiritual, tanto las personas como los objetos son reemplazados fácilmente y si a lo que adquirimos le damos tan poco valor, mucho más a aquello que nos regalan!.
Lo mismo pasa con las personas. A veces nos topamos con quienes en un principio parecen amigables, para luego que sacaron de nosotros lo que necesitaban, nos desechan. Y esto vale para amores, amistades y compañeros de trabajo. En mi caso, en más de una ocasión, he tenido compañeros laborales que se han valido de mis conocimientos y mi desempeño para ascender en cargos y sueldos, y que luego de lograrlo, simplemente me dejaron de tratar.
Y nuestros hijos y los demás niños en formación se fijan de lo que hacemos, copian patrones y perpetuan conductas inadecuadas que nos llevan a ser simples consumidores, restándole emoción a todo aquello que logramos con esfuerzo o nuestro buen comportamiento diario.
Una de las características humanas más comunes es no pensar en el futuro lejano, proyectar a donde queremos llegar en un plazo más allá de un año, por ejemplo, y es por ello que vemos ancianos pasando por situaciones deplorables, personas sin hogar por hipotecas no pagadas, puesto que le dan prioridad al consumismo que a los bienes duraderos.
Yo no soy la excepción del caso, pues en algún momento he caído en el juego de querer de todo y luego no saber qué hacer con ello, pero no sé si sea por la edad, o por el hecho de tener que haber tenido que salir de mi país, vender todas mis pertenencias y empezar desde cero, que le doy mucho más valor a las cosas, y evito no solo caer en el consumismo, sino también inculcarle eso a mis hijos.
Por ejemplo, al momento de ir a hacer las compras, hago que vean precios y comparen productos, tanto por el costo, como por la cantidad de cada uno, de manera de escoger siempre una opción que, sin bajar de calidad, nos convenga más económicamente.
Mi hijo mayor ya ha adquirido mas consciencia al respecto, con Fabrizzio vamos en pleno proceso de entrenamiento, pero ya comprende cuando le digo que es preferible comprar un paquete de galletas a una bolsa de gomitas que tiene el mismo precio, y trae más productos. Claro está que cuando hay liquidez, se puede dar el gusto de comprar lo que se le antoja, dentro por supuesto del dinero disponible para ello.
Aceptan comprar algunas ropas de segunda mano, y escogen los nuevos no tanto por la moda sino por la durabilidad y sus gustos personales. Creo que a veces se pasan de tacaños, por querer ahorrar de más, y es ahí cuando intervengo para hacerles entender que tampoco hay que conformarse con lo poco o lo malo, sino que deben tratar de encontrar el equilibrio.
Quiero que entiendan que obviamente vamos a consumir, porque no podemos estar exentos de gastar, solo que debemos preguntarnos si realmente necesitamos adquirirlo en ese momento, si podemos elegir otra cosa que sea más prioritaria, o simplemente es un capricho.
Empezar a aplicar los términos re usar y reciclar de la manera más genérica, y no solo cuando hablamos de plástico, vidrio y cartón, sino de nuestras pertenencias físicas y emocionales, nos hará bajarle al consumismo innecesario, dándole un efecto positivo a nuestro paso por este mundo.
Mommy, buy me a snack?
Mommy, I don't have that car!
Mommy, maybe we can go outside to eat?
If we count how many times our children ask us for things and we oblige them, or without going too far, we ourselves buy items we don't need, just because we liked them or because they were on sale, even if we are not going to use them, we would be perplexed with the amount of money we could have invested better.
And it is in times of crisis when we begin to regret the bad purchasing decisions, since the lack of liquidity activates our brains and the rational way to manage daily expenses.
I believe that financial education is as important as knowing history, geography, language and mathematics, and in fact, using the latter subject not as a mechanism to process meaningless numbers, but rather to give the usefulness of the same in aspects of everyday life.
My son Abraham rightly tells me, what good is it for me to know how to calculate the cube root of the square root of X squared, when I go shopping at the supermarket? And he, who is so pragmatic, really sees little sense in explaining numbers that way, and enjoys it when I have him do the weekly spending budget or planning the savings to buy something for the house.
Just last week I was reading @aaalviarez's post, regarding the need to manage with a budget, to achieve control of expenses and even generate a savings capacity, and I became aware that despite trying to buy rationally (and not emotionally), I needed something extra to get on the right track, in terms of my weekly investments.
Systematizing the issue of the money that goes in and out of our hands is the way to create awareness of what we really need, always leaving an amount for contingencies and recreation, obviously, helping us to improve our relationship with money and lowering the levels of unnecessary consumerism.
We have become accustomed to living in a society of waste, in which we do not seek to repair the damaged, whether material or spiritual, both people and objects are easily replaced and if we give so little value to what we acquire, much more to what we are given as a gift.
The same thing happens with people. Sometimes we come across people who at first seem friendly, but after they have taken from us what they need, they discard us. And this is true for lovers, friends and co-workers. In my case, on more than one occasion, I have had coworkers who have taken advantage of my knowledge and my performance to move up in positions and salaries, and after achieving it, they simply stopped treating me.
And our children and other children in formation notice what we do, copy patterns and perpetuate inadequate behaviors that lead us to be simple consumers, subtracting emotion from everything we achieve with effort or our good daily behavior.
One of the most common human characteristics is not to think about the distant future, to project where we want to get to in a term beyond a year, for example, and that is why we see elderly people going through deplorable situations, homeless people for unpaid mortgages, since they give priority to consumerism than to durable goods.
I am no exception to the case, because at some point I have fallen into the game of wanting everything and then not knowing what to do with it, but I do not know if it is because of age, or the fact of having had to leave my country, sell all my belongings and start from scratch, that I give much more value to things, and I avoid not only falling into consumerism, but also instill that to my children.
For example, when I go shopping, I make them look at prices and compare products, both in terms of cost and quantity, so that they always choose an option that, without lowering quality, is more economically convenient for us.
My eldest son has already become more aware of this, with Fabrizzio we are in the middle of the training process, but he already understands when I tell him that it is better to buy a pack of cookies than a bag of gumdrops that has the same price, and brings more products. Of course, when there is liquidity, you can indulge in buying whatever you want, within the money available for it, of course.
They accept to buy some second hand clothes, and they choose new ones not so much for fashion but for durability and their personal tastes. I think that sometimes they are too stingy, because they want to save too much, and that is when I intervene to make them understand that they should not settle for the little or the bad, but try to find a balance.
I want you to understand that obviously we are going to consume, because we cannot be exempt from spending, but we must ask ourselves if we really need to acquire it at that moment, if we can choose something else that is more of a priority, or if it is simply a whim.
Starting to apply the terms reuse and recycle in the most generic way, and not only when we talk about plastic, glass and cardboard, but of our physical and emotional belongings, will make us lower the unnecessary consumerism, giving a positive effect to our passage through this world.
Fotografías por/Photografy by: Canva´s cortesy
Separador by: cortesy of @valeriavalentina
Edición/Edition by: @mamaemigrante on Canva
Traducido por/ translate with: www.deepl.com/translator (free version)
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Hola @mamaemigrante . Me ha gustado mucho saber que mi contenido ha llegado a personas reales como tu, y haya logrado ponerlas a pensar y evaluarse a este respecto. Me gusta las categorías que mencionas para la planificación financiera, como 'recreación'. Chevere... Y en cuanto al contenido hoy, me hizo pensar mucho la imagen que editaste del basurero. Me ha hecho ver gráficamente el asunto y puesto a pensar sobre lo que de verdad es importante. Un gusto saludarte. ¡Éxito!
A veces no somos conscientes de todo lo que desechamos, y cuando pasamos a pensar en eso, realmente es mucho lo que dejamos de lado.
Gracias por leerme. Saludos!
Amiga de vida, definitivamente debemos aprender nosotros primero para poder practicarlo en familia y de que manera limitar en lo posible el número de impactos publicitarios, anuncios de TV, páginas web de tiendas, páginas de ofertas, ufff y paro de contar.
Claves, hay muchas del sobre consumo que es cuando se exceden los límites, porque él consume al menos de lo básico, está latente siempre; practicarlas cuenta tanto por el bombardeo con la mente despejada, que nos permite tomar mejores decisiones.
Y esta la otra cara de la moneda cuando las personas estan en la calle o cuando uno mismo ve como la economía familiar termina en muy precaria, es entonces cuando la creatividad para des mercantilizar la vida y el consumo nos hace huir de la inmediatez,y aprender a recibir lo que tienes en tus manos con agradecimiento así sea un pan duro en el momento oportuno que siempre sabe a gloria cuando es lo único que se tiene.
Gracias por este post para concienciar, "Consumir menos te hace más feliz."
Que tengas un espléndido en salud y vida al lado de Fabrizzio y Abraham, querida amiga @mamaemigrante
Amiga mucho de lo que nos escribes lo pongo en práctica siempre.
Compro lo que se necesita, a veces cuando podemos comprar algo hacemos esa comparación des precio - calidad, en donde está última prevalezca. Se gasta un poco más pero dura mucho más tiempo, ya que sabemos, que debemos esperar un buen para volverlo a comprar.
Será que siempre he vivido con lo justo, que no he logrado llegar a esa categoría del consumismo. Aunque me gustaría saber que es eso jejeje. Compra a lo loco como hacen muchos.
Habiendo tantas necesidades en un hogar no entiendo como personas se la pasan gastando lo poco que tienen en cosas innecesarias y al otro día no tienen ni para comer.
Si me dio risa lo que dice tu hijo sobre las raíz cuadrada y todos esos términos matemáticos, no te creas yo también me lo preguntaba y me lo pregunto.
Recuerdo cuando nos daban las clases de límites y un ejercicio era de una hoja de examen por los cuatro lados. Si sufrí con ellos y todavía no le he sacado el jugo.
Tantos puntos buenos en este post, que si hiciera referencia a todos ellos me saldría otro post jejeje.
Muy bueno este contenido. Ojalá sea valorado por muchos, que lo pongan en práctica.
Bendiciones amiga.
Éste post me viene como anillo al dedo. Suelo gastar a veces en tonterías. Mas que todo comiendo fuera y luego md estoy quejando que gasté el dinero, la verdad debo aplicar todo lo que dices aquí.
Pasa que antes estábamos mas holgados en la parte económica y me acostumbre a comprar mucho y de verdad cosas no necesarias y luego con toda la crisis del país me ha costado organizarme y terminar de entender que mas cosas no son como antes y hacer los ajustes.
Pero definitivamente debo aprender de mis errores. Excelente post!
Muy buen post!! Me pasa todo el tiempo y creo que también influye la ansiedad en mi caso de gastar y gastar porque si y porque no, la planificación es super esencial para hacer un buen balance financiero y no ser tan consumistas también ayuda mucho al medio ambiente, cosa que tanta falta hace.
Excelente que eduques a tus pequeños en esos proncipios del ahorro y de no comprar cosas que realmente no necesitan. ¡Muy bien!
Un abrazo!!
Un post completamente lleno de verdades. Antes de la pandemia y de tener a Leo yo gastaba en tontería y media, pero a raíz de la cuarentena me quedé sin empleo y tuvimos que ajustarnos a tener solo un sueldo en casa y ha sido como quitarse una venda de los ojos, actualmente incluso me da vergüenza aceptar que gastaba tanto en cosas que no eran tan importantes, sin pensar en el impacto que mis compras ocasionaban a mi economía y al planeta.
Y es que en los últimos años me he hecho aún más consciente del daño que le hacemos al medio ambiente con el consumismo porque no solo generamos basura, sino que también provocamos una sobreproducción cuyo proceso sólo gasta recursos y contamina enormemente.
Ahora llevo una vida mucho más sencilla, con más conciencia y espero enseñarle eso también a mi pequeño Leo, porque hoy más que nunca necesitamos darnos cuenta de que el consumismo nos está destruyendo y no sólo económicamente, sino ecológicamente que es aún más importante.
Muchas gracias por compartir esta información tan valiosa sobre el consumismo, ojalá más personas tomaran conciencia sobre este asunto.
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Excelente post amiga te felicito. muy buenos tips para poner manos a la obra con eso de las finanzas. muchas gracias por publicar.
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