¡Hola usuarios! ¿Recuerdan las chucherías que los han acompañado hasta los días actuales? ¿Quién puede olvidar el ponqué Once-Once? Ahora con una capa de chocolate, esto es mucho con demasiado.

Una de las cosas agradables que puedo recordar de cuando estaba pequeña, son las chucherías. Recuerdo que tenía una alcancía donde yo iba guardando lo que me iba dando mi abuela, o lo que mis tíos a veces me daban cuando me veían o a veces me daban algo después que les hacía un mandado. Yo era muy ahorrativa, porque en mi inocencia lo único que pensaba era ahorrar para comprarme mis chucherías y ayudar a mi abuela, dándole un aporte para cuando lo necesitara.

Con la inocencia que tenía, yo creía que ese poquitico que había en mi alcancía podía ayudar económicamente, a todo aquel que necesitara, sobre todo a mi abuela, porque quería que siempre fuera feliz y no sufriera.

En estos días con mis limitaciones de salud que tengo, la primera prohibición que tengo es no comer dulce, y tanto que me gusta, es mi mayor tentación, ja, ja, ja, desde pequeña he comido tanto dulce y chucherías, que mi cuerpo tiene azúcar de sobra en la sangre, por eso, toca cuidarse, ya voy rumbo a los 59 años, así que los dulces para mí ahora son de a poquito.

En estos días pensaba en todas las cosas que comía cuando era pequeña, adolescente, joven y ahora adulta. #hive hace que nuestra creatividad se active. Me encanta ir a mi niñez y recrearme en esos dulces momentos.

Recuerdo el Chezzballs que era como el pepito actualmente, con mucho sabor a queso, la club social, la galletica que mi abuela me compraba cuando me llevaba a hacer mi chequeo médico general desde niña, que todavía podemos disfrutar de esa galleta actualmente, con la malta polar. Como no hablar del sabroso Toronto, mis tíos me daban un medio por rascarle la espalda, cada uno me daba un medio por hacerles eso y yo iba reuniendo para poder comprar mis chucherías. Me encantaba el Toronto, con solo escuchar el papelito que sonaba cuando destapaba uno, ese papelito plateado con vino tinto, se me hacía agua la boca, por supuesto me lo comía completico sin compartirlo, ahora por la diabetes, me toca controlarme muchísimo, porque no puedo comer chucherías, lo único que puedo comerme actualmente del Toronto es el maní y de broma, por eso me toca comprar aparte los frutos secos, gracias a Dios me estoy cuidando mucho la salud, quizá el comer muchas chuchería, me pasaron factura ahorita en mi etapa de adulta. Me encantan los frutos secos, pero también sé que afectan el páncreas y el hígado, pueden alterar su funcionamiento, así que tampoco puedo abusar comiéndolos, debo hacer todo con equilibrio.

Me encantaban los sobrecitos de bip bip, que me dejaban la lengua morada, el ping pong, la nucita, la galleta reinita, el helado Efe y Tío Rico, los caramelos Certs me encantaban todos los sabores, los caramelos masticables de vaquita, los de arequipes, que tocaba tener cuidado porque el paquetico se quedaba pegado del caramelo, beber Kool Aid, refresco, malta, Chicha, ¡Guao! Mejor no sigo recordando porque se me va a alborotar la tentación, ja, ja, ja.

Cuando comía chucherías cuando estaba pequeña no imaginé que me pasaría tanta factura, ahora parezco una niña que quiero comer chucherías y no debo, no niego que muchas veces he comido chuchería escondida, o he caído en las redes de la provocación, pero desde hace unos meses para acá que he visto la salud tan comprometida me ha tocado tener fuerza de voluntad para poder mejorar. La vida es una, así que toca cuidarse, ahora me toca cuidar a mis nietos, darles comidas sanas, que las chucherías no sea su alimento principal, sino algo adicional.

Hello users! Do you remember the trinkets that have accompanied you to the present day? Who can forget the Once-Once cake? Now with a layer of chocolate, this is a lot with too much

One of the nice things I can remember from when I was little are the trinkets. I remember that I had a piggy bank where I kept what my grandmother gave me, or what my uncles sometimes gave me when they saw me or sometimes they gave me something after I ran an errand for them. I was very thrifty, because in my innocence the only thing I thought about was saving to buy my knick-knacks and help my grandmother, giving her a contribution for when she needed it

With the innocence I had, I believed that the little bit I had in my piggy bank could help financially, to anyone who needed it, especially my grandmother, because I wanted her to always be happy and not suffer

These days with my health limitations, the first prohibition I have is not to eat sweets, and I love them so much, it is my biggest temptation, ha, ha, ha, ha, since I was little I have eaten so much candy and sweets, that my body has plenty of sugar in my blood, so it is time to take care of myself, I am on my way to 59 years old, so for me now sweets are just a little bit at a time.

These days I was thinking about all the things I ate as a child, teenager, young adult and now as an adult. #hive makes our creativity kick in. I love going back to my childhood and recreating those sweet moments

I remember the Chezzballs that was like the pepito nowadays, with a lot of cheese flavor, the club social, the cookie that my grandmother used to buy me when she took me for my general medical checkup since I was a child, we can still enjoy that cookie today, with the polar malt. How not to talk about the tasty Toronto, my uncles would give me a half for scratching his back, each one would give me a half for doing that and I would collect to be able to buy my knick-knacks. I loved the Toronto, just listening to the little paper that sounded when I uncovered one, that little silver paper with red wine, made my mouth water, of course I would eat it whole without sharing it, now because of diabetes, I have to control myself a lot, because I can not eat sweets, the only thing I can currently eat Toronto is peanuts and as a joke, so I have to buy the nuts separately, thank God I am taking care of my health, maybe eating many sweets, they took their toll on me now in my adulthood. I love nuts, but I also know that they affect the pancreas and liver, they can alter their functioning, so I can't abuse eating them, I must do everything with balance

I loved the beep beep sachets, which made my tongue purple, the ping pong, the nucita, the reinita cookie, the Efe and Tío Rico ice cream, the Certs candies, I loved all the flavors, the chewy vaquita candies, the arequipes, which I had to be careful because the packet got stuck to the candy, drinking Kool Aid, soda, malt, Chicha, Wow! I better not go on remembering because I'm going to be tempted, ha, ha, ha, ha

When I ate sweets when I was little I never imagined it would take such a toll on me, now I look like a girl who wants to eat sweets and I should not, I do not deny that many times I have eaten hidden sweets, or I have fallen into the nets of provocation, but since a few months ago that I have seen my health so compromised I have had to have willpower to improve. Life is one, so I have to take care of myself, now I have to take care of my grandchildren, give them healthy meals, so that sweets are not their main food, but something additional

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