Esperando la parrilla

Alrededor de una parrillera lista para encender su carbón, hay muchas anécdotas por contar; si es un plan que en lo personal me encanta porque esa comida es una de las que más me encanta en el mundo. Ese sabor de carne asada, chorizo y todo sus acompañantes es algo realmente delicioso.

Todo comienza por reunir a un grupo de amigos, familia o cuantas personas sea para hacer una parrilla; y el motivo puede ser un cumpleaños, bautizo, matrimonio, despedida o llegada de alguien, graduaciones o cualquiera que signifique alegría y ganas de asar carne, a veces no hay motivo alguno, pero se lo inventan o solo las ganas son suficientes para reunirse alrededor de una parrillera para hablar y simplemente echar muchos cuentos.

El mando de una parrilla lo llevan los hombres, así ha sido siempre porque ellos se encargan de prender ese fuego y saber cuando están en su punto los carbones para cocinar la carne; algunos son expertos y siempre llevan la batuta y los demás solo están allí viendo, hablando, tomando cerveza y apenas sacan el primer pedazo lo pican y van comiendo, según para probarla.

Aunque deberían encargarse de todo no es así, porque no hacen la ensalada, no cocinan la yuca y menos hacen la guasacaca, es decir, a nosotras nos toca hacer todo eso y no todas porque hay algunas mujeres que se hacen las locas y sí que no hacen nada, je je je.

Cuando al fin está la carne lista, después de muchas horas debo decir; por qué es que hablan mucho esos hombres y bueno, otro trabajo para una porque hay que picar y servir. Aquí otra vez no todos ayudan y a mí que me encanta comer es la carne caliente, pero me agobio porque debo esperar después de terminar de servirle a todo el mundo y luego los hombres dicen que no han comido je je je otro chiste porque llevan horas comiendo mientras hablan.

Lo cierto es que son muchos cuentos, así se puede pasar todo un día alrededor de una parrilla, esto logra unir a la familia y a los amigos también. En definitiva es una de las comidas más exquisitas del mundo al menos para mí.

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