¡Al fin la segunda dosis! | ¡At last the second dose! [ESP/ENG]
Los rumores andaban en al aire. Ya se había confirmado que en otros estados había comenzado la vacunación. Unos decían que esta semana, otros que la siguiente. En el organismo público encargado solo comentaban que esperaran el aviso de prensa, no había nada definitivo.
El martes llegó un primer calendario, como siempre de manera informal por las redes sociales. Luego alguien envió un audio de una entrevista radial del comisionado de salud, allí confirmaba la información del calendario extraoficial.
Para mi ciudad, Maracay, el proceso se iniciaba el jueves veintitrés y a mí me tocaba el viernes veinticuatro. El jueves estuve monitoreando el proceso por las redes. A media tarde leí un tweet de alguien que decía que había llegado a la cola a las tres a.m y había salido a las dos p.m, casi once horas después. Le dije a mi esposa que no tenía sentido irse temprano, así que decidimos irnos a las doce p.m.
Llegamos al sitio como a las doce treinta, la cola era gigantesca, de al menos seis cuadras. Daba toda la vuelta por el área del mercado municipal. Preguntamos si había chance y nos dijeron que sí. El proceso continuaba hasta que la policía dijera que ya no recogerían más cédulas.
De pie, sin agua, sin baños, y con una alta temperatura, hacíamos la cola estoicamente en medio de un penetrante olor, mezcla de restos de vegetales podridos y orina humana. El espectáculo clamaba a los cielos por lo deshumanizado, los que hacíamos la cola todos éramos mayores de sesenta años, algunos muy ancianos y con visibles problemas de salud.
Transcurridas dos horas y media recogieron las cédulas hasta el lugar donde estábamos mi esposa y yo. Nos habían dicho que luego de ese paso llegaríamos a donde estaba el centro de vacunación, ubicado en las instalaciones del Instituto Regional del Deporte del Estado Aragua, (IRDA). Sin embargo, no fue así. Nos acercamos bastante, es verdad, pero todavía faltaba otra hora de cola para entrar a las instalaciones.
A esas horas ya los más débiles daban muestra de agotamiento, por lo menos dos personas se desmayaron, necesitaron atención de parte del personal paramédico. La expresión de la gente era de un patetismo indescriptible.
Una vez dentro de las instalaciones la situación era más cómoda, había bancos para sentarse, baños públicos y bebederos para surtirse. Allí pasamos otra hora más hasta el momento de recibir la vacuna.
Luego de tres meses y medio lográbamos la ansiada segunda dosis de la vacuna Rusa, la Sputnik. Con muchas dudas sobre la efectividad, por el largo tiempo transcurrido entre la primera y la segunda dosis. Sin embargo, no nos queda otra sino aferrarnos a la esperanza de que la vacuna cumpla su cometido de protegernos del covid-19, el que sabemos de primera mano que produce daños terribles y hasta la muerte.
En principio me siento contento y agradecido por haber recibido la inmunización. Pero hay algo que no logro comprender de la lógica chavista. No ceso de preguntarme por qué tienen que convertir todos los procesos de atención ciudadana en pequeñas sesiones de tortura. No sé si será por falta de conocimiento, por improvisados, o simplemente porque apelan al sufrimiento del otro como una estrategia más para el quiebre moral y el control social.
El caso es que este proceso para la segunda dosis fue mucho más inhumano que el primero. Por un lado, se eliminaron centros donde se aplicó la primera dosis, reduciéndolos todos a un solo sitio. Además, se unieron tres fechas del anterior proceso para un mismo día de este. Era lógico que el volumen de personas fuera inmenso y el sitio de atención completamente insuficiente.
Lo bueno es que al final ya tengo mi segunda dosis. De todos modos no bajo la guardia, me sigo cuidando y haciendo lo que está a mí alcance para protegerme. Mi intención es seguir el mayor tiempo posible por estos mundos terrenales.
Cuando venía de regreso me enteré que estaba jugando el Aragua Fútbol Club. Había dejado mi carro aparcado frente al campo de juego, así que hablé con el portero, le dije que veníamos de la vacuna y que nos dejara ver un rato el juego.El señor muy gentilmente nos permitió la entrada. Había poca gente, me imagino por la fecha. El campo está bastante bien, tenía tiempo que no lo veía, la grama muy bien cuidada. Nos quedamos un buen rato a ver si lográbamos ver alguna anotación, pero que va, estos muchachos tienen un buen nivel, no es fácil hacer goles en esta liga.
Gracias por tu tiempo.
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Rumors were in the air. It had already been confirmed that vaccination had begun in other states. Some said that this week, others that the following week. In the public agency in charge, they only commented that they should wait for the press, there was nothing definitive.
On Tuesday a first schedule arrived, as always in an informal way through the social networks. Then someone sent an audio of a radio interview of the health commissioner, where he confirmed the information of the unofficial calendar.
For my city, Maracay, the process started on Thursday the twenty-third and I was due on Friday the twenty-fourth. On Thursday I was monitoring the process through the networks. In the middle of the afternoon I read a tweet from someone who said that he had arrived at the queue at three a.m. and had left at two p.m., almost eleven hours later. I told my wife that there was no point in leaving early, so we decided to leave at twelve p.m.
We arrived at the site at about twelve thirty, the queue was gigantic, at least six blocks long. It went all the way around the municipal market area. We asked if there was a chance and they said yes. The process continued until the police said they would no longer collect ID cards.
Standing, with no water, no toilets, and a high temperature, we stood stoically in line amidst a pungent smell, a mixture of rotting vegetable remains and human urine. The spectacle cried out to the skies because of its dehumanization; those of us in line were all over sixty years old, some of us very old and with visible health problems.
After two and a half hours they picked up the ID cards to the place where my wife and I were. We had been told that after this step we would arrive at the vaccination center, located in the facilities of the Regional Sports Institute of Aragua State (IRDA). However, that was not the case. We got quite close, it is true, but there was still another hour of queue to enter the facilities.
At that time the weakest were already showing signs of exhaustion, at least two people fainted and needed attention from the paramedics. The expression of the people was one of indescribable pathos.
Once inside the facilities the situation was more comfortable, there were benches to sit on, public restrooms and drinking fountains. We spent another hour there until it was time to receive the vaccine.
After three and a half months we got the long-awaited second dose of the Russian vaccine, the Sputnik. With many doubts about the effectiveness, due to the long time elapsed between the first and the second dose. However, we have no choice but to cling to the hope that the vaccine will do its job of protecting us from covid-19, which we know firsthand causes terrible damage and even death.
In principle, I am happy and grateful to have received the immunization. But there is something I cannot understand about the Chavista logic. I keep asking myself why they have to turn all citizen attention processes into small torture sessions. I do not know if it is because of lack of knowledge, because they are improvised, or simply because they appeal to the suffering of others as another strategy for moral breakdown and social control.
The fact is that this process for the second dose was much more inhumane than the first one. On the one hand, centers where the first dose was applied were eliminated, reducing them all to a single site. In addition, three dates of the previous process were combined for the same day of this one. It was only logical that the volume of people was immense and the number of sites was completely insufficient.
The good thing is that I finally got my second dose. In any case, I am not letting my guard down, I am still taking care of myself and doing what I can to protect myself. My intention is to continue as long as possible in these earthly worlds.
On my way back I found out that Aragua Fútbol Club was playing. I had left my car parked in front of the field, so I talked to the goalkeeper, I told him that we were coming from the vaccine and that he would let us watch the game for a while. The gentleman very kindly allowed us to enter. There were few people, I imagine because of the date. The field is quite nice, I had not seen it for a long time, the grass is very well kept. We stayed for a while to see if we could see any goals, but no way, these guys have a good level, it is not easy to score goals in this league.
Thanks for your time.
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Amigo @irvinc, que bueno tener la verdad de otros espacios de mi amaba Venezuela en cuanto a la aplicación de las diferentes vacunas. Es triste lo que viven en los estados centrales, que nosotros los de los estados orientales pensábamos que eran mejor atendidos. Le doy gracias a Dios que fui bendecida con una de las primeras dosis de vacuna que llegaron a mi estado Sucre, recibí la Primera dosis el 19 de abril y la segunda el 11 de mayo, debo decirle que el trato quizás no fue el que yo hubiese dado a los que acudían a Malarioligia Carúpano, porque pienso que la Persona mejor preparada para una institución debe ser el portero, pero, bueno pase mi trago amargo y luego fui recibida por unas enfermeras maravillosas que me dieron un excelente trato y a cada paciente le daban las recomendaciones de ley. Pero, ahora doy gracias a Dios porque ya usted pudo recibir su segunda dosis. Bendecido fin de semana.
Acá también el personal de enfermería fue muy amable, al igual que la policía y los paramédicos. Falló la gerencia de la organización. Lo bueno es que ya estamos vacunados. Creo que ustedes fueron de los primeros. Acá el proceso comenzó a finales de mayo. Muchas gracias por la visita y el comentario, mi estimada @mariaced. Que estés bien. Cuídate. Un fuerte abrazo desde Maracay.
¡Caramba toda una proeza vacunarse en tu ciudad, @irvinc!
En Cumaná, llegó la vacuna rusa con atraso, pero una vez dispuesta en el hospital dela ciudad, pues el proceso fue muy rápido. Mi papá y mamá se fueron a horas del mediodía y no tardaron nada.
Gracias a Dios ya salieron de eso, pese al mal rato que pasaron.
¡Saludos @irvinc!
Oye, que bien. Al parecer nosotros fuimos los que salimos salaos. Lo bueno es que ya lo tenemos, da un poco más de tranquilidad. Muchas gracias por la visita y el comentario. Que estés bien. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Saludos amigo @irvinc que bueno lograron vacunarse con la segunda dosis, fue toda una travesía, en mi caso no hice ninguna cola, llegue a la 10:00 am y a los 15 minutos ya estaba listo.
Que maravilla. Las amigas de Oriente también reportan que fue rápido. Algo no calcularon bien en Maracay. Muchas gracias por la visita y el comentario. Que estés bien, amigo @cetb2008. Bendiciones para la familia.
Amèn amigo