"Sentir que llegas tarde" (Reflexión) [Esp-Eng]

Todos en algún momento de nuestras vidas hemos experimentado situaciones en las que sentimos haber llegado tarde, que debimos estar en cierto lugar mucho antes y empezamos a cuestionar la razón por la que estamos allí. Ciertamente es una sensación nada agradable, que puede llevarte a la frustración y encerrarte en la idea de que siempre será así, de que nunca podrás llegar en el momento preciso.

Actualmente sentimos que el tiempo no rinde como antes, como si los días se acortaran de tal forma que el día a día se convierte en una carrera, una verdadera odisea en la que quisiéramos estar en muchos lugares al mismo tiempo y hacer todo lo que hemos planificado. ¿Resultado? Como diría una amiga mía “ te sientas un lunes a planear algo, y cuando ya tienes todo anotado te das cuenta que ya es viernes”. Así que en base a tantos proyectos y diligencias por hacer, abundan muchos escenarios para sentir que no estamos llegando a tiempo.

Todo puede empezar de manera muy sutil, algo que difícilmente percibimos a primera vista y que subestimamos al momento. Podría pasarnos con una cita médica, una entrevista de trabajo o quizás con una salida romántica con esa persona ideal. En la abundancia de los contratiempos arrastramos alguno, y como consecuencia terminamos cruzando la meta más tarde de lo que habíamos pensado. Obviamente nadie desea llegar tarde a reuniones o encuentros como los mencionados, pero, ¿Puede alguien acostumbrarse a llegar tarde?

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Quizás años atrás habría dicho algo como “No, jamás. A nadie le gusta llegar tarde”, pero a ciencia cierta conozco a varias personas que, no solo están acostumbradas, sino que parecen estar programados para eso, para llegar tarde a cualquier evento o reunión. Ha sido algo tan arraigado, que muchos allegados saben con antelación que dicho personaje llegará tarde y vaya que suelen ser muy acertados con respecto a eso, y tan grave llega a ser que la opción de “llegar a tiempo “ pasa a ser un caso alarmante, algo alejado del hábito de llegar tarde.

Por otro lado, estar consciente de nuestra falla puede generarnos un estrés y una carga mayor. Al llegar tarde a un evento importante, nos podemos sentir culpables, empezamos a cuestionar nuestros motivos y llegamos a ser nuestros propios jueces. Si no le damos una solución a eso, pasamos de la resignación a la frustración, y hasta empezamos a creer de que jamás podremos llegar a tiempo a nuestra diligencia. Incluso puede repercutir en nuestra salud y causarnos un desequilibrio emocional difícil de manejar.

Otras personas llegan al extremo de creer que “jamás podrán superar ese mal hábito”, y caen en supersticiones o cábalas que no aportan nada bueno a su bienestar. “Mi destino es siempre llegar tarde”, “nunca podré llegar a tiempo”, son algunas de las frases que muchos han tomado como referencia para sus acciones, lo cual es bastante dañino porque te conviertes en tu propio enemigo, condenándote a la idea de que jamás lograrás tener éxito en la vida, al momento de tratar dicho tema.

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Existe el enorme peligro de pensar que siempre has llegado tarde, un terrible mal que puede condicionar tu manera de ver la realidad que tienes frente a ti. Comienzas a dudar de lo que ya has logrado con expresiones como “si hubiese empezado antes”, “Lastima que no lo hizo antes”, “habría sido mejor algunos años atrás”. Si hacemos de esto una burbuja como único refugio, podríamos sacrificar cosas que valen la pena y no veremos lo que hemos logrado y podemos alcanzar.

A veces perdemos tiempo pensando en lo que pudimos hacer, y no nos concentramos en lo que podemos lograr. Nos anclamos a un mal día, una mala decisión y dejamos que nos afecte más de lo debido. Creemos que estamos destinados a faltar a cosas importantes en nuestra vida, y abrimos un espacio a la ansiedad, la inseguridad o la depresión en nuestro interior.

“El mejor tiempo para vivir es ahora“. Así que, en vez de pensar que hemos llegado tarde a la vida, entendamos y aceptemos que hemos llegado en el momento indicado. Nuestros motivos y el deseo de hacer bien las cosas nos ayudarán a ver que, no se trata de llegar tarde o temprano, se trata de saber que hemos llegado y con eso, aprovechamos al máximo la oportunidad que esté ante nuestros ojos. Es cierto, todos hemos llegado tarde alguna vez a algo, pero para vivir experiencias únicas en nuestra vida lo ideal siempre será comprender nuestro presente.

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Gracias por darle valor a esta publicación con tu tiempo y atención.

Hasta pronto.

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ENGLISH VERSION

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All of us at some point in our lives have experienced situations in which we feel we have arrived late, that we should have been in a certain place much earlier and we start to question the reason why we are there. It is certainly not a pleasant feeling, which can lead to frustration and lock you into the idea that it will always be like this, that you will never be able to arrive at the right time.

Nowadays we feel that time does not work as it used to, as if the days were getting shorter and shorter, so that the day to day becomes a race, a real odyssey in which we would like to be in many places at the same time and do everything we have planned. The result? As a friend of mine would say "you sit down on a Monday to plan something, and when you have everything written down you realize that it's already Friday". So based on so many projects and errands to do, many scenarios abound for feeling like we are not on time.

It can all start very subtly, something we hardly notice at first glance and underestimate at the time. It could happen with a doctor's appointment, a job interview, or perhaps a romantic getaway with that ideal person. In the abundance of setbacks we drag some of them, and as a consequence we end up crossing the finish line later than we had thought. Obviously no one wants to be late for meetings or encounters such as those mentioned, but can anyone get used to being late?

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Maybe years ago I would have said something like "No, never. Nobody likes to be late", but for sure I know several people who are not only used to it, but seem to be programmed for it, to be late for any event or meeting. It has been something so ingrained, that many people close to them know in advance that this person will be late and they are usually very accurate about it, and so serious it becomes that the option of "being on time" becomes an alarming case, something far from the habit of being late.

On the other hand, being aware of our failure can generate stress and a greater burden. When we are late for an important event, we may feel guilty, begin to question our motives and become our own judge. If we don't find a solution to this, we move from resignation to frustration, and even start to believe that we will never be able to make it to our appointment on time. It can even have repercussions on our health and cause an emotional imbalance that is difficult to manage.

Other people go to the extreme of believing that "they will never be able to overcome that bad habit", and fall into superstitions or cabals that do not contribute anything good to their well-being. "My destiny is always to be late", "I will never be able to be on time", are some of the phrases that many have taken as a reference for their actions, which is quite harmful because you become your own enemy, condemning yourself to the idea that you will never succeed in life, when dealing with that issue.

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There is a great danger of thinking that you are always late, a terrible evil that can condition your way of seeing the reality in front of you. You begin to doubt what you have already achieved with expressions such as "if only I had started earlier", "Too bad he didn't do it sooner", "it would have been better a few years ago". If we make this a bubble as our only refuge, we could sacrifice things that are worthwhile and we will not see what we have achieved and can achieve.

Sometimes we waste time thinking about what we could have done, and we don't focus on what we can achieve. We anchor ourselves to a bad day, a bad decision and let it affect us more than it should. We believe we are destined to miss important things in our life, and we open a space for anxiety, insecurity or depression within ourselves.

"The best time to live is now." So, instead of thinking that we have arrived late in life, let us understand and accept that we have arrived at the right time. Our motives and desire to do things right will help us to see that it is not about being late or early, it is about knowing that we have arrived and with that, we make the most of the opportunity that is before our eyes. It is true, we have all been late for something at some time, but to live unique experiences in our life, the ideal will always be to understand our present.

Pixabay by Shad0wfall

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Thank you for giving value to this publication with your time and attention.

See you soon.