Mi entrada al concurso TopFiveFamily Observa⇾Piensa⇉Escribe - «𝕋𝕖𝕛𝕚𝕖𝕟𝕕𝕠 ℂ𝕒𝕞𝕚𝕟𝕠𝕤»




Desde que estudiaba Cuarto Grado en la U. E. San José, estaba seguro de que entraría a estudiar Computación en la Universidad Central de Venezuela. Así fue, pero la llegada casi se ve truncada por piedras en el camino que tuve que sortear.


Al salir del Sexto Grado, me obligaron a tener «un año sabático». Mi médico de entonces, sugirió a mamá que por mi discapacidad visual era perentorio el descanso. Ese año la pasé en la Escuela para Discapacitados Visuales de la Av. Nueva Gradada, «no sé si aún se encuentre allí».

Inicié el Ciclo Básico Común, concluido el año sabático. Estudié en uno de los peores liceos de Caracas, El C. B. Juan de Guruceaga, que se encuentra o encontraba en la parte alta de un barrio de nombre Mario Briceño Iragorry. Pese a ser categoría “C”, en esa institución dejé huella cuando lo represente en las Olimpiadas de Matemáticas CENAMEC.

Salté a la Escuela Técnica Industrial Julio Calcaño. Allí estudié tres años y obtuve el Título de Técnico Medio, Mención Instrumentación Industrial. Un especialista de la Clínica La Floresta, nuevamente recomendaba a mis padres «un año sabático», pero esta vez no lo permití y continué adelante. Los resultados OPSU 1981 arrojaron COMPUTACIÓN, mi primera opción. Para aquellos años, el índice de la carrera computación era el más alto de todas (76) y mi I.C. superaba con creces ese índice (98.32).

Cuando inicié la carrera, me llevé literalmente un “chasco”. Pensé que las instalaciones de la universidad estaban provistas de última tecnología… Sueños… Me encontré con salones deteriorados, con los ventanales casi sin vidrios, sin lámparas, un pizarrón donde la tiza no dejaba marca…, pupitres en peores condiciones que los de la E.T.I. Julio Calcaño. Fue un momento decepcionante. La incipiente Sala de Computación, con sus monitores CTR de iluminación ámbar o verde, distaba mucho de las salas que había visto en trípticos de universidades privadas como la UCAB.

Vaya, esos monitores casi me dejan ciego. Dos semestres fueron suficientes para que tomara ese año sabático, pero esta vez hospitalizado en casa. Salía de la Sala de Computación, viendo las luces fluorescentes (blancas) de color naranja y cualquier reflejo de luz me proyectaba un arcoíris.

Un año después, solicité un cambio de carrera y equivalencia de las materias aprobadas en los dos primeros semestres de computación. Eso fue rápido. Ese año inicié la carrera de Matemáticas. Egresé en la mención Análisis Numérico.

Pero la vida de estudiante universitario no solo fueron los libros (ratón de biblioteca). Experiencias mágicas se tejieron. Los años ochenta fueron especiales en mi vida. Cosa extraña; no me enamoré, estuve casado con el trabajo social y educativo. Trabajé diez años con Los Misioneros Maryknoll, «esa fue la mejor escuela de idiomas que pude haber tenido». Conocí a maravillosas personas de diferentes partes del mundo (de Estados Unidos, Alemania, Francia…). El trabajo social se intensificó, me gradué y gané una beca para estudiar en la antigua Unión Soviética, mientras Maryknoll me ofrecía otra para ir a Francia. Diría que, por miedo, «quizá por el apego a mis padres», renuncié a esas oportunidades que se dan una sola vez en la vida.

Hace unos días comenté a mi amigo @irvinc en su publicación Two decisive moments, cito textualmente: “Muchos afirman que nuestro destino está escrito. Imagina que ambos hubiéramos aceptado las becas que ganamos para estudiar en el extranjero. Posiblemente, …”. Tan escrito está que terminé mi Post Grado en prisión (esa es otra historia ya contada), gracias a la Universidad Nacional Abierta y sus estudios a «distancia». Mi amigo @irvinc renunció a la Beca Gran Mariscal de Ayacucho, pero su destino le llevó a conocer el amor de su vida (35 años juntos, como él mismo lo afirma…).

Hay una UNIVERSIDAD que la palpamos día a día y muchos no le prestamos atención, es LA UNIVERSIDAD DE LA VIDA. Si no aprendes la lección, la sabia maestra naturaleza de La Vida, nos repite una y otra vez hasta que la aprendemos. La experiencia que vamos adquiriendo al pasar los años nos hace grandes (si has asimilado la lección).





Bienvenido todos a esta, mi participación de la semana en el TopFiveFamily, si es de tu agrado participar, aún estás a tiempo, este es el enlace Observa⇾Piensa⇉Escribe. Recuerda cumplir las reglas…



CRÉDITOS:



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Dedicado a todos aquellos escribas que contribuyen, día a día, a hacer de nuestro planeta, un mundo mejor.







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Muy interesante su vida @amigoponc llena de muchas vivencias, me llama mucho la atención lo de su discapacidad visual, yo me identifico con muchas de las cosas que escribe, a veces por miedo o apego dejamos pasar el tren de la oportunidad que dicen pasa solo una vez pero yo a veces pienso que no es así, lo que es para uno de alguna u otra manera siempre llega y aunque no se si esto cuadre aquí una vez una amiga me dijo que no existía, la casualidad sino la causalidad, saludos y mi admiración para usted 🤗

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Es increíble las vueltas que nos puede dar la vida, a veces tratamos de seguir la programación o los planes que nos dieron nuestros padres y no los logramos, tal vez a la primera. Pasamos malas experiencias que ellos nos avisaron, pero simplemente no hicimos caso, nos creíamos invencibles. Estas lleno de experiencias de vida. Siento mucho las limitaciones visuales eso debe causarte muchas molestias. Nunca leí o por lo menos no recuerdo lo de tu mala experiencia en la cárcel. Cosas que pasan. Muchísimo éxito @amigoponc

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Disfruté leyendo la historia académica llena vivencias reales que nos pueden pasar, ahí lo interesante para cada uno de nosotros. Saludos amigo @amigoponc.

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