Una mañana descubrí mi habilidad por accidente, tenía quince, no, dieciséis años. Acariciaba a Huesos, mi perro, antes de ir al instituto y de repente, sin tiempo a entender qué pasaba, vi las cosas desde otra perspectiva, literalmente. Más precisamente desde el punto de vista de mi perro. También vi cómo mi inerte cuerpo se desplomaba frente a mí. Esa primera vez solo duré unos segundos dentro de Huesos. Sentí mucho miedo. Desperté más tarde en el hospital, mis padres creían que me había desmayado, al principio yo también quise creerlo, me convencí de que aquello había sido un sueño o una alucinación causada por mi desmayo.

    Sin embargo esa hipótesis no duró mucho, trataba de no prestarle atención y recordaba el miedo que experimenté, pero la curiosidad me consumía y rápidamente ese temor se transformó en inquietud así que, con intención esa vez, volví a entrar en Huesos. Con el paso del tiempo aprendí a controlar a otros animales, generalmente no lograba estar más de media hora en gatos o aves, su energía me expulsaba de sus cuerpos, en cambio podía mantenerme por horas en perros y solo me "separaba" de ellos a voluntad y con Huesos era como si lo tuviera a mi lado mientras compartía un espacio en su alma, podía sentir lo que él sentía, estaba feliz de que estuviera allí con él. Con más tiempo y práctica entendí que existía una correlación entre la conexión que tuviese con el animal al cual poseía y el tiempo que podía permanecer controlando sus cuerpos.

    Una de las cosas más difíciles de llevar respecto a esto fue el hecho de que no podía comentárselo a nadie, no tenía amigos tan cercanos y mi madre, la única persona a la que pensé seriamente en decirle, no me creería y si llegaba a hacerlo, ¿qué pensaría de mí? Temí que me trataran como un fenómeno por lo cual decidí que lo mejor era callar. Aprendí, sí, aunque no tenía ni idea de qué hacer con lo aprendido. Era un niño, un niño con poderes sobrehumanos. Esos dos aspectos son una pésima combinación.

    A los diecisiete intenté controlar por primera vez a otro ser humano, curiosamente fue justo el día de mi cumpleaños. Llegaba tarde de clases y el sol se ocultaba ya. Para acortar camino crucé por las callejuelas de la ciudad, ya lo había hecho en ocasiones anteriores sin problemas pero esa fue una excepción. Un sujeto apareció detrás de un callejón y antes de que pudiera verlo sentí el metal de la culeta de su pistola cuando golpeó mi cabeza y la sangre comenzó a descender por mi rostro. Este hombre era particularmente agresivo, aun para ser un ladrón, me apuntó y espetó que le entregara mis cosas; cuando intenté levantarme me pateó en el estómago para derribarme de nuevo: —Si te levantas de nuevo, mueres —dijo. Parecía disfrutarlo. Yo, por el contrario me enojé por verme ahí, impotente. «Eres la persona más poderosa del mundo» susurró una voz en mi interior, una voz que escuché.

    Cuando intenté entrar en él percibí inmediatamente el miedo que sintió, ese terror que solo somos capaces de experimentar los humanos cuando experimentamos de cerca lo desconocido, eso que sobrepasa nuestro entendimiento, nos genera escalofríos y hiela la sangre. Fallé en controlar a aquel ladrón, no me esperaba que su ¿espíritu? ¿alma? fuera capaz de oponer tanta resistencia. Sin embargo yo ya tenía más experiencia que cuando entré en Huesos la primera vez y, aunque admito que no sé muy bien qué hice, lo dañé permanentemente. Solo duré unos segundos dentro de él, pero cuando salí el cuerpo de lo que alguna vez fue ese criminal yacía recostado a la pared del callejón, con la boca abierta y la mirada perdida en dirección al cielo.

    Recogí mis cosas y seguí mi camino. Estaba consciente de que había dañado a un hombre de por vida, que de alguna forma hice que solo quedara un cascarón de lo que alguna vez fue, y lo dejé tirado en la calle. Sí, saberme capaz de eso me hizo sentir mejor que nunca.

XXX

¡Gracias por leerme!

 

 

One morning I discovered my ability by accident, I was fifteen, no, sixteen years old. I was petting Bones, my dog, before going to school and suddenly, without time to understand what was going on, I saw things from another perspective, literally. More precisely from my dog's point of view. I also saw how my inert body was collapsing in front of me. That first time I only lasted a few seconds inside Bones. I felt a lot of fear. I woke up later in the hospital, my parents thought that I had fainted, at first I wanted to believe it too, I convinced myself that this was a dream or a hallucination caused by my fainting.

However, that hypothesis didn't last long, I tried not to pay attention to it and I remembered the fear I experienced, but my curiosity consumed me and quickly that fear turned into restlessness so, with intention this time, I went back into Bones. As time went by I learned to control other animals, usually I couldn't stay more than half an hour in cats or birds, their energy expelled me from their bodies, instead I could stay for hours in dogs and I only "separated" from them at will and with Bones it was as if I had him by my side while I shared a space in his soul, I could feel what he felt, I was happy that I was there with him. With more time and practice I understood that there was a correlation between the connection I had with the animal I owned and the time I could remain in control of their bodies.

One of the hardest things to deal with was the fact that I couldn't tell anyone, I didn't have such close friends and my mother, the only person I thought seriously about telling, wouldn't believe me and if she did, what would she think of me? I was afraid I would be treated like a freak so I decided it was best to keep quiet. I learned, yes, although I had no idea what to do with what I had learned. I was a child, a child with superhuman powers. These two aspects are a bad combination.

At seventeen I tried to control another human being for the first time, curiously enough it was just on my birthday. I was late for school and the sun was already setting. To make the journey shorter, I crossed the city's narrow streets, which I had done on previous occasions without any problems, but that was an exception. A guy appeared behind an alley and before I could see him I felt the metal of his gun's butt when it hit my head and the blood began to flow down my face. This man was particularly aggressive, even for a thief, he pointed at me and demanded that I hand over my things; when I tried to get up he kicked me in the stomach to knock me down again: "If you get up again, you die," he said. He seemed to enjoy it. I, on the other hand, was angry to see me there, helpless. "You are the most powerful person in the world" whispered a voice inside me, a voice I heard.

When I tried to enter it, I immediately perceived the fear it felt, that terror that we humans are only capable of when we experience the unknown up close, that which is beyond our understanding, generates chills and freezes our blood. I failed to control that thief, I didn't expect his spirit? soul? to be able to put up so much resistance. However, I was already more experienced than when I entered Bones the first time and, although I admit that I don't know very well what I did, I damaged him permanently. I only lasted a few seconds inside him, but when I came out the body of what was once that criminal was lying on the wall of the alley, with his mouth open and his eyes lost in the direction of the sky.

I picked up my things and went on my way. I was aware that I had harmed a man for life, that I somehow made only a shell of what once was, and left him lying in the street. Yes, knowing I was capable of that made me feel better than ever.

XXX

Thanks for read me!

_{Post translated with (much) help from DeepL}

 

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