Reto 30 Días de Agradecimientos. Día N° 19// Agradezco por la divinidad / lo espiritual.

Celebro la iniciativa de la amiga @vaneaventuras al promocionar el increible challenge: 30 Días de Agradecimientos. Llegando al día 19 me complace agradecer por la divinidad y lo espiritual.

Conectarme con la divinidad es establecer un dialogo íntimo con la esencia de mi ser. Es una forma de comunicación con mi yo, que me lleva a reflexionar sobre el aquí y el ahora. Agradezco por la divinidad, creo en ese ser superior, esa fuerza que me impulsa, me alegra, me anima, me consuela y que me susurra: tranquila todo va a estar bien.

Ese vínculo íntimo y estrecho con la divinidad, me trasmite paz, alegría, entusiasmo. Es un sentimiento de éxtasis y relajación realmente inexplicable que experimento de distintas formas cuando bendigo a alguien, al agradecer a cada parte de mi cuerpo por funcionar correctamente, extendiendo mis manos al necesitado, con palabras de gratitud, cuando me distancio del ruido y disfruto estando a solas, al colocar flores en mi sala, al ponerme en contacto con la naturaleza.

Tener tiempo, calma y hacerse acompañar del silencio es primordial para sentir la presencia de la esencia divina que habita en mí. Valoro y aparto tiempo para mi recogimiento, me gusta orar y agradecer y siento mucha paz cuando realizo esta práctica.

Cuando estoy cargada de trabajo y con mucha ansiedad, acostumbro alejarme de la ciudad tratando de ir a un lugar tranquilo, en donde pueda encontrarme con la naturaliza y mi paz interior. Tengo un lugar que es mi favorito, un pedacito de cielo en Barranca, que está ubicado a orillas del río Manzanares. Buena parte de mi infancia transcurrió en esas tierras y me trasmite una sensación de equilibrio y estabilidad. Sentarme en absoluta paz dentro del río a comer mango, contemplar y oír el paso de la corriente, escuchar el canto de las aves, me relaja y parece un cargador de corriente porque me inyecta energía, luz, alegría y verdadera tranquilidad. Allí me olvido del mundo, imagínense que no hay señal telefónica mucho menos Internet, sólo hay un río, animales y árboles frutales. Amanecer en Barranca con un poco de neblina, el canto de las guacharacas y el olor a café recién colado es invalorable.

Cultivar nuestra divinidad y abonarla diariamente aumenta nuestro bienestar y calidad de vida, por eso reservo tiempo y espacio para alinearme con el ser divino que habita dentro de mí. Desconectarse del mundo para entrar en contacto con nuestra divinidad es muy importantes para nuestra salud mental y emocional, especialmente por la prisa en que vivimos y el ajetreo diario.