Mambrú se fue a la guerra/ Reseña de la novela de, Tomás Jurado Zabala

Género: novela
Estilo: humor sutil, refinado
Tema: la identidad
Asunto: una mujer engaña a su marido durante toda la vida haciéndole creer que han tenido un hijo varón, cuando en realidad es hembra.

Lucha de contrarios: Coromoto, la protagonista, mantendrá una lucha interior entre rebelarse o aceptar una falsa identidad, solo por complacer al padre que deseó tener un hijo varón; pero al mismo tiempo por preservar la paz del hogar y la unión del matrimonio.

En el centro del conflicto estarán dos personajes: Musolini, un compañero de estudio de Coromoto, que ha descubierto el secreto; y Romy, una prostituta a quien Coromoto le cuenta su vida.

La historia y sus personajes principales: Facundina y Aristóbulo, dos seres pobres, solitarios y sin estudios, se casan. Ella requiere de un hombre que la proteja y él, de una mujer que le para un hijo varón, pues su gran sueño es tener un hijo que ingrese al Ejército y se haga general.

Después de una serie de peripecias, la mujer sale embarazada y llegado el momento se va al hospital a parir. En tanto, Aristóbulo, que trabaja vendiendo limonada a los obreros de una mina, que es un borracho consuetudinario, que llega a la casa a las tantas, tiene un percance en una cantina y lo llevan preso durante cinco días.

Facundina parió su hija, pero tuvo problemas en el parto y hubo de practicársele una histerectomía, por lo cual después de cinco días regresó a la casa con la hija, pero incapacitada para volver a parir.

Coincidiendo cinco días de ausencia del padre, la mujer pudo armar su trampa para el engaño.

Transcurridos trece años, Musolini, un compañero de estudio de Coromoto, durante un juego descubrió, a la fuerza, que su amigo era hembra. Pero guardó el secreto.

Cuando Coromoto cumplió catorce años de edad, el padre lo llevó a un burdel, El Pígaly, donde ya tenía contratada a una bella prostituta llamada Romy para que indujera “al muchacho” en las cuestiones elementales del sexo. En el cuarto de Romy sucede otra cadena de situaciones que concluye con la confesión de Coromoto de que es hembra, y que si su padre lo llega a saber se muere ella y se muere su madre. Romy, que no sale de su asombro, le dice que su caso es digno de contarse en un libro o en una película.

Una nueva cadena de peripecias conducen al lector hasta unos pocos años más tarde cuando Aristóbulo muere de vergüenza porque un oficial de policía lo convenció de que no era un hombre, sino un oso.

Muerto Aristóbulo, Coromoto asume su identidad de mujer, pero a medias. Se casa con Musolini y complace a Romy.