Crónicas de lo cotidiano 024: Crónica de un descubrimiento leyendo a Benito Taibo

Estoy leyendo el libro "Persona normal" del escritor mexicano Benito Taibo, una lectura que realmente estoy disfrutando mucho. Pero no es eso de lo que quiero hablarles, sino de algo que ha llamado mi atención de Taibo, y es que no siempre habla cosas importantes, al menos no en el sentido tradicional de lo importante, ya que habla mucho de lo cotidiano, como el desayuno o de una cicatriz resultado de una caída de patineta.

Lo interesante es la manera en que lo hace. El oficio que tiene para meterte al texto y lo entrañables que pueden ser sus personajes, de manera tal que aunque el texto no te haya enseñada nada en particular, y/o no haya tenido nada sorprendente, siempre te deja con una sonrisa, una que está ahí desde que empiezas a leerle, y sigue ahí tiempo después de que acabas.

Yo por lo general procuro tener algo que decir o procurar que lo digo tenga cierto impacto, pero la verdad nunca me había planteado hablar de algo que consideramos trivial, y tratar de enganchar al lector en ello. No tengo que ser un genio para reconocer que no debe ser sencillo, y Benito Taibo es una maestro en ello, supongo que es lo que llaman oficio, algo que acabo de descubrir que tiene un camino por explorar que no había considerado.

Todos los días se aprende algo, y hoy he aprendido que al escribir, si bien el fondo, la sustancia, es importante, tanto o más puede serlo la forma, y que esta no tiene que se compleja para lograrlo. Taibo nos muestra que se puede hacer rebosando sencillez y que puede ser igual de envolvente la crónica de un desayuno que la de una batalla. Por ello te doy las gracias, Benito Taibo, la primera de muchas veces que sospecho que tendré que hacerlo antes de acabar tu libro.

Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.