La historia nos ha enseñado que el ser humano ha podido desarrollar herramientas y armas para su propia supervivencia en un ambiente hostil donde cualquier situación podría convertirse en un verdadero peligro.

El hecho de que hayan podido desenvolverse en situaciones límite es en parte gracias a la evolución de la especie y eso conlleva también evolucionar el intelecto. Esto en los principios de la historia humana sucedía de manera innata con el antecedente de haber hecho grandes avances las anteriores generaciones. Se trata de el incremento intelectual de generación a generación y por eso podemos asegurar que la especie es evolutiva y se perfecciona a sí misma para adaptarse a nuevas situaciones.

Mientras una generación encuentra nuevas formas de resolver una problemática las siguientes ya crecerán con los saberes obtenidos de la anterior. Es un proceso de transmisión de conocimiento y esto también ayuda a la evolución mental.

A lo largo de la historia desde el hombre que descubrió el fuego pasando por el que manipulaba a su antojo la electricidad llegando al actual que desarrolla tecnología de avanzada aseguramos que nada de esto sucedería sin la intervención de una generación que haya hecho sus avances en sus tiempos. Y acá llegamos a algo que más de uno se habrá preguntado.

La respuesta es simple ... es un proceso de perfeccionamiento y los científicos actuales no podrían manipular la tecnología con un chasquido de dedos sin aquellos hombres que han hecho sus avances en una época remota.

El cerebro humano es evolutivo y si se lo estimula continuamente su coeficiente intelectual se incrementará. Esa evolución se transmite hacia otras generaciones a través del ADN y es por eso que muchas personas tienen más facilidad que otras en entender algo complejo y poderlo resolver. Nacemos con un intelecto base del cual partimos y lo incrementamos con el estudio y la resolución de problemas y claro, su aplicación en el mundo real.

Cuando vemos casos de gente superdotada es debido a dos cosas. Por un lado el intelecto base del cuál se parte y por otro la insistencia en seguir incrementando ese coeficiente. No es casualidad que quienes dominaron la complejidad en su máximo exponente hayan sido físicos, químicos, matemáticos o la multiplicidad de todas ellas. También interviene la inteligencia que es la velocidad con la cuál nos desenvolvemos en pos de hallarle solución a algo específico. La ciencia y la tecnología están haciendo lo posible para facilitarnos transitar por este camino con eficiencia y eficacia.

Por último hay que diferenciar entre el conocimiento y el razonamiento. Se puede conocer muchas cosas pero lo que realmente hace a uno más inteligente es la combinación de esos dos factores. El conocimiento es la teoría. Es decir tener la absoluta certeza y comprensión sobre un tema en su total profundidad. Mientras que el razonamiento es el uso del conocimiento como herramienta para posteriormente aplicarla en la resolución de problemas de alta complejidad.

La combinación del uso del conocimiento y la razón podríamos considerarla como "sabiduría". Uno realmente sabe cuando entiende, razona y aplica lo aprendido en una situación presentada en la vida real. Y esto es lo que la humanidad a lo largo de la historia ha hecho para que podamos en la actualidad escribir nuestros textos.