¡A ver si así entendemos el mensaje!

Es menester de toda la humanidad mirar con otros ojos lo que está pasando actualmente. Nunca se había presentado una situación como esta. Todo se detuvo de la noche a la mañana y lo que empezó en un país tan lejano como China nunca pensamos que nos podía afectar y hasta nos burlábamos de lo que estaban pasando.

Hasta que nos tocó a nosotros vivirlo en carne propia. De repente y sin previo aviso nuestra sociedad fue inundada de personas enfermas infectadas con este virus. Se cerraron las fronteras, obligaron a confinamiento obligatorio, todos los negocios cerrados y mucha preocupación por el futuro de la humanidad.

Pero, hay algo que muchos no hemos entendido. Este virus tan contagioso afecta en muy poca medida a los niños, los seres más puros e inocentes. Tampoco afecta a los animales ni mascotas. También vemos cómo el aire de las ciudades que más contaminan ahora está limpio, sus rios y arroyos muestran el agua cristalina que en otrora tenían y hasta los animalitos se dejan ver en ciudades desiertas debido al confinamiento obligatorio de sus ciudadanos.

Entendiendo todo este contexto y mirando la imagen que acompaña este post, cortesía del artista Teo Torres, todo indica que el virus somos nosotros (los humanos) y que la tierra goza de júbilo al tenernos a en cuarentena, encerrados en nuestras casas, con las plantas industriales apagadas, los autos sin poderlos usar, en fin, todos en una pausa obligatoria a nuestras vidas.

En esta oportunidad, la tierra está descansando de la peor peste que la ha pisado, la raza humana.