La mentira en el diván

Estaba viendo un programa de Carlos Fraga, que siempre está orientado al crecimiento personal, cuando escuché una frase, que en seguida capturó mi atención:

"El hombre miente para sentirse bien, la mujer miente para hacer sentir bien al otro"

El tema del episodio de ese día era: "¿Por qué los hombres mienten?" y tenía como invitado para desarrollarlo a Luis Andrés Figueroa, un psicoterapeuta de notable trayectoria.

Me pareció interesante y tenía sentido. Luis Andrés Figueroa, hablaba de que el hombre miente no porque sea malo, como se siempre se ha dicho; sino porque no se gusta como persona: se siente inferior... inseguro. Y la mujer no suele mentir por la misma razón, sino para evitar lastimar al otro.

Y es que desde mi punto de vista, al mentir, más que faltarle al otro, nos faltamos a nosotros mismos. Si partimos del principio: ama al prójimo como a ti mismo, estamos exteriorizando carencia de amor propio y desde esa condición es difícil amar a otro.

Entonces sí, coincido en que las mentiras, denotan inseguridad y, para superarla, debemos trabajar nuestra autoestima.

Obviamente, creo que todos hemos mentido alguna vez, supongo que por miedo a las consecuencias de nuestra verdad. Aún así, lo más sano es crecer en espíritu y superarnos, a partir de nuestra fortaleza e integridad. No hacer de la mentira un estilo de vida.

"El hombre miente y la mujer hace que el hombre mienta..."

Luis Andrés Figueroa también comentaba que el hombre viene de una mujer, fue criado por una mujer y siempre está asociado a una mujer. Cuando era niño se le enseñó a mentir, cuando se le reprimía por decir o hacer algo que no agradaba a su madre. Entonces aprendió a hacer lo que le gusta a escondidas.

También hace referencia a que la mujer que está junto a un hombre mentiroso, también es insegura. Se miente a sí misma cuando cree, por ejemplo, que lo puede cambiar; cuando pone la culpa en el otro, cuando se dice que eso se le va a pasar. Como mujeres pedimos honestidad y no somos honestas. Somos dos seres mintiendo, por razones distintas.

..."A veces pedimos honestidad sin saber si podemos soportar la honestidad..." Agregó Carlos Fraga.

Al llegar a este punto tragué fuerte. Pensar en nuestra responsabilidad en una mentira, nuestra responsabilidad en una relación con un mentiroso, y para más, nuestra dudosa capacidad de tolerar la verdad; es mucho para asimilar de un sólo golpe. Pero rápidamente reaccioné asintiendo. Pienso que tristemente es verdad.

En general, estamos formados por mujeres. Como madres, hacemos lo que creemos mejor para nuestros hijos. Siempre le repito a los míos: la verdad aunque duela, y me esfuerzo al máximo por estar abierta a escucharlos sin reaccionar de manera exagerada para evitar reprimirlos. Sin embargo, no todo se les puede permitir (es mi apreciación) y establecemos limites. Como padres hacemos lo mejor que podemos, y siempre habrá margen de error en nuestros métodos. Creo que hagamos lo que hagamos, por razones obvias, siempre tanto hombre como mujer, estamos fuertemente influenciados por nuestros padres, para bien, o para mal.

Y así como el hombre miente por inseguridad, la mujer que atrae un mentiroso, necesita que le mientan; por lo que también posee baja autoestima. Él es su espejo.

Siendo objetiva, creo que seguimos alimentando en ellos ese perfil de mentiroso, al exigirles más de lo que pueden dar, al armar un drama o formar un lío por alguna situación. Ellos aprenden a decir lo que queremos escuchar para evitar peleas.

Así que sí, muchas veces realmente no queremos que nos digan la verdad, y cuando no las dicen, entramos en negación; por ejemplo, cuando escuchamos un ya no te amo, ante el dolor que nos causa, quizás nos escudemos en decir: estás confundido.

Otra joya que comentaba Luis Andrés Figueroa:

"La infidelidad es sencillamente la incapacidad que yo tengo, de contarle a mi pareja, algo que me está pasando..."

Y por otra parte, los celos hacen que ella me dé una atención y tiempo que de otra manera no me da. Ella sólo sabe darme reproches y comparaciones. Busco afuera la admiración que no encuentro en la casa.

Todas estas son las aseveraciones en las que se fundamentan los hombres para ser infieles, de acuerdo a la experiencia del psicoanalista. Honestamente no me sorprenden. Creo que es común escuchar este tipo de argumentos

De acuerdo a su teoría, el hombre debe estar en un estado de confort tal, que puedan decirnos sin mayor problema, si están enamorados o les gusta otra persona; para que juntos podamos buscar una solución y tratar de salvar nuestro matrimonio... Lo siento, entiendo la lógica del asunto, pero mi evolución no ha llegado hasta allí, honestamente prefiero que se quede con la otra (aquí se me salió lo básica que puedo ser).

Luego añade:

Cerrar las puertas de la comunicación, es cerrar las puertas de una posible solución

Tiene toda la razón. Pero esta comunicación debería ser día a día, para evitar llegar a un escenario como el planteado en el párrafo anterior (reconozco que estoy siendo cuadrada). Cuando se cierra la posibilidad de poder resolver los asuntos cotidianos mediante la palabra, ya no hay nada que hacer, desde mi punto de vista. Es un puente que se rompe y por allí no pasa nada más. Así que rescatar la comunicación es fundamental si se desea salvar la relación.

Solución terapéutica, de acuerdo al psicoanalista: Trabajar la autoestima

Mencionó acerca de este punto, que al trabajar la autoestima el hombre debe estar en la capacidad de decir: me está pasando esto, no te pido que lo entiendas y sé que te duele, pero me está pasando y es sagrado para mí. Te lo diré, con todo el miedo que me da que ma vayas a dejar. Cualquier cosa antes que esconderme otra vez.

Al hombre aprender a hacer esto, se rompe la dinámica y la mujer dará otro tipo de respuesta.

También dice que la mujer tiene que aprender a escuchar, no aprender a estar de acuerdo, sino aprender a escuchar. Lo que le está pasando a su esposo no tiene nada que ver con ella, no quiere decir que algo le falte a ella o porque no sea valiosa. Es algo que le pasando a él y tiene que ver con su propia valoración.

Todo esto me hizo reflexionar, lo entiendo, lo acepto y me parece justo. Se trata de defender lo que cada uno siente, ya el otro verá lo que hace con esa información.

Lo que se planea es justamente ser honestos, con nosotros mismos y con los demás, con valor, y que pase lo que tenga que pasar. Creo que es lo mejor que podemos ofrecer y que nos podemos regalar... Aunque duela.

Me pareció que ese programa no tenía desperdicio y quise compartirlo con ustedes, creo que puede ser muy útil. Me parece súper fascinante el ser humano y las relaciones humanas. En este ámbito, nunca terminaremos de aprender.

Un gran abrazo compañeros de camino, aprecio mucho el tiempo que han dedicado a esta lectura.

El emoticón usado fue personalizado con la aplicación Bitmoji descargada de Play Store de Google.