La misión es reencontrarnos en las pequeñas cosas, en las diferencias, en las calmas. Tomar un poco de tiempo para valorar nuestra alma.

¿Les pasa a veces que quieren tomarse un día libre?

Un día para descansar en la comodidad de la casa o sólo acudir a los lugares en donde podamos conectarnos con la vibraciones correctas y necesitadas, esta puede ser una buena idea para acabar con la rutina y en realidad es una necesidad para sobrellevar las cargas.

¿Puede ser un día para quedarse haciendo nada?

En la nada pueden estar las respuestas deseadas, o reponer las energias agotadas. También se puede solo reflexionar sobre las batallas planteadas, los temores y las esperanzas guardadas. Puede que hasta te provoque no mirar televisión, no tomar el móvil, no hablar con otros ese día.

Considerando lo anterior, esta puede ser una conducta normal, es sano intentar curar ciertos momentos, renovar encuentros con nuestros propios fantasmas, invitarnos un café en la soledad del alma.

Siempre intentando que nuestro cuerpo no nos pase factura por los abusos que constantemente pasa, intentando que nuestra sonrisa descanse y luego emane de un alma curada.

Todo eso, siempre que sea pasajero, siempre que nos prepare para ser mejores y luego compartir en el equilibrio con las personas amadas. Porque como dice Gabriel G. Marquez, su inmortal "Cien años de soledad":

"La necesidad de sentirse triste se le iba convirtiendo en un vicio a medida que la devastaban los años."
Gabo

No se trata de sentirse triste, se trata de sentirse vivo con las energías en positivo y el alma enfocada.