Herida donde se puede florecer
El dolor puede marcarnos a veces, una despedida, un desamor, el olvido, la falta de afecto o el dolor de perder a uno de nuestros afectos. En esos instantes pensamos que no sanaremos, pero en realidad siempre podemos llorar y dejar que pase el tiempo. Porque llorar y el tiempo son buenos aliados.
¿Y si el tiempo lo cura todo?
Tenemos muy buenos días en oportunidades, otras veces se nubla el cielo, puede ser que llueva por dentro, porque el alma no siempre tiene el azul perfecto parecido al que tiene el firmamento. Aún así, nos debemos aferrar a lo bonito, porque todo pasa y dicen que el tiempo lo cura todo.
Es un universo perfecto donde el tiempo hace juego con la fuerza de la vida, para superar las heridas y no rendirnos, por eso el precio a cancelar es la fe. Tenemos que intentar mantener los segundos enfilados para amar.
Dicen las personas mayores, especialmente las de fe, que el tiempo lo cura todo, aunque a veces el reloj está en pausa, sin cuerda o sin esperanzas. Entonces solo la fe da tiempo al dolor, abre los intervalos para que todo suceda, pero no debemos cruzarnos de brazos esperando que el lo haga todo.
Si es cierto que el tiempo lo cura todo, entonces, de nuestra perspectiva positiva también depende sanar, de nuestro corazón no cansarnos de amar. Al final llegará ese momento de sentirnos diferentes y nacerán flores dónde nos marcó el dolor, en ese momento seremos un jardín, un lugar admirable, lleno de color, habremos vencido la tristeza y todo tipo de dolor.
"Una flor no puede florecer sin la luz del sol y el hombre no puede vivir sin amor."
Max Muller.
Imágenes propias. Fotografías tomadas con un móvil Blu Vivo One Plus. Cámara f / 2.0 1/100 3.79mm ISO 200. Editadas para los mensajes usando la aplicación de diseños Canva.
