_{Photo by Kim Sammut on Unsplash}

Retiro

Puedo comenzar por retirar mis palabras,
aquellas que te hieren, que rompen la quietud y laceran la calma.
Conserva las que fabricaban risas, sosiego y pasión,
permite las que se abandonan a los sueños y tejen nuestra historia.

Puedo retirar mis ojos para que olviden tu cuerpo,
esa presencia mágica que siempre ha calmado mis furias,
mitigado el dolor de las ausencias,
cuando en la soledad te veo en otros cuerpos.

Retiro mis oídos para que no oigan el silencio que se pasea por la casa,
por la habitación donde nuestros cuerpos escanciaban el deseo.
Retiro mi aliento que importuna tu cuello y jugaba entre tus cabellos,
bajo la placidez de las tardes.

Retiro mi nariz para que aprenda a olvidar el olor
que cabalga con el deseo, el que emana de tu geografía.
El perfume que baña los recuerdos y petrifica el tiempo,
purifica las noches cuando la soledad me acompaña.

Retiro mis manos que saben reconocer los umbrales de tu piel,
las que salen raudas para darte una despedida,
con una caricia sobre tus sienes.
Las que abren las puertas para que entres en mis dominios.

Retiro mi cuerpo para que camine hacia la soledad,
te brinde mi ausencia, te deje el vacío de la libertad que anhelas.
Cuerpo que porta mi corazón, al que prefiero no decirle nada
de este retiro, prefiero dejarlo engañado por la ilusión.