Cansancio

Cada hora que pasa
puede ser un momento de dicha
o una tortura,
la piel es un estero víctima del tiempo seco,
el dolor, un visitante molesto,
implica hasta lo que se cruza por la imaginación.

Se afinca en las coyunturas,
las palabras pueden ser una queja,
una mirada que se hunde en aquellos cuerpos
que pasan apesadumbrados por las calles,
cuando el ocaso llega con su carga pesada del día.

A paso lento llega,
una queja aquí,
otra al baúl dónde reposan las lágrimas
que el insomnio deja vestidas de incertidumbre,
pensando este país donde el sudor huele a otros tiempos,
se arremolinan horas de no saber.

Vas a la ducha para refrescar tu cansancio,
Abrazas a tus hijos reportando la sonrisa del deber cumplido
Compartes con tus vecinos y amigos,

Te entregas al relax de la noche que esconde otros derroteros.
Ahora tiramos del salvavidas para flotar en un mar de augurios,
sosteniendo un peso de sin razones,
un aquelarre de palabras dónde la vida pendula.

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