HECHOS 9 nos dice mejor lo que sucedió después.
HECHOS 9:7-9 Los hombres que viajaban con Saulo se detuvieron atónitos, porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos no podía ver, así que lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Estuvo ciego tres días, sin comer ni beber nada.

Date cuenta de que estos hombres que viajaron con Saulo de Tarso eran sus subordinados; Los hombres que estaban dispuestos a hacer el trabajo sucio que les ordenaron a Saulo de Tarso antes de que se salvara. Saulo de Tarso era ahora un hombre cambiado, que se había encontrado personalmente con el Señor Jesucristo en el camino a Damasco.

Estos subordinados de Saulo de Tarso oyeron una voz, pero no vieron a nadie, y se quedaron sin palabras. La escritura no nos dice si alguno de estos subordinados de Saulo de Tarso se salvó. Ciertamente observaron el cambio en la vida de Saulo de Tarso, y deben haber presenciado algunos de los otros eventos que tuvieron lugar en breve en su vida. Sin duda, el mismo Saulo de Tarso intentó explicarles lo que había sucedido, pero al final para cada uno de estos hombres, su decisión si recibir o no a Jesús como su propio Salvador era personal.