No Candidato |

avatar

Me inventé una ficción sobre mí mismo, yo no soy esto que ustedes ven, la distorsión de mi autoestima ha hecho estragos con mi esencia química y eso empieza a notarse en mi exterior, en especial en mi rostro.

Probé usar nada más que mi identidad, ser implacablemente yo frente a la gente, sin disimular mis defectos o malos pensares, críticas o venenos, tampoco colocaba filtros en mis opiniones, ni me detenía en qué pensarían los demás si decía mi verdad.

En síntesis, no resultó, pero eso ya no me importa...


Lo que pasa es muchos aspiran la adulación, la risa y sonrisa cómplice, no añoran verdades tan ásperas y tajantes, porque piensan que la valentía, como dice el refrán, se trata de ser cortés. En realidad, prefieren verdades a medias y con encaje, que luzcan bonitas y tentadoras.

La gente no es eso que ustedes ven, la gente tiene sus demonios enfermizos y solo van por aquí y por allá, maquillando sus modales, su ánimo, mientras que por dentro, puede que sus bilis devoren sentires e improperios, para lucir "normal" y "buena gente".

Me di cuenta de ello luego de usar, cada vez, diferentes personajes en distintas ocasiones, pues, trataba de encajar, buscaba la aceptación y para lograrlo sabía que no podía ser yo mismo, no podía ser ese payaso que tiene maquillada su alegría y tras su palidez tiene el alma envuelta en tinieblas.

Yo no soy un candidato, no voy dando abrazos para ganar adeptos, no beso por educación, ni doy la mano a quien no merece saber que sí la llevo descubierta. Por eso mis promesas son religión, cada mirada no es igual, la premedito junto con mis palabras, para darte lo que, en mi torpe juicio, considero mereces.

No ha sido fácil encontrarme, llevo tiempo coleccionando fracasos en esto de ser yo mismo y no porque estuviese lleno de odio, malas vibras, o rencores, lo que ocurrió fue que en algún momento empecé a aceptar mis defectos y virtudes y comencé a sonreír sinceramente cuando tenía motivos para ello, no lo hacía porque el mundo me lo exigiera para desearle hipócritamente a alguien un buen día, en especial cuando ese día solo ha visto a mi insomnio despierto y dormida, en letargo, a mi empatía.

No soy alguien malo. Soy extremamente yo mismo y el día que te regale mi indiferencia o te obsequie mi alegría, quiero que sepas que ambas salen desde el fondo de mi corazón.

La fotografía fue tomada por mí con un celular marca KRIP, modelo K55.
Apliqué una técnica que creó ese efecto y conté con la caracterización de mi amigo Otto Caeldal. Por acá dejó su cuenta de Instagram.



0
0
0.000
5 comments
avatar

Interesante ensayo-ficción (si se le puede catalogar así). Entre el relato testimonial y ficticio, y la reflexión personal, creas una curiosa situación comunicativa acerca de la verdad y la falsedad del individuo y su identidad. Saludos, @miguelmederico.

***

Tu post ha sido votado por @Celfmagazine, proyecto de curación y revista de arte y cultura. Conoce más de nosotros clickeando en los siguientes iconos:

Your post has been upvoted by @Celfmagazine, curation project and art and culture magazine. Learn more about us by clicking the icons below:

celf instagram facebook discord

0
0
0.000
avatar

Captaste la mezcla extrema con eso del testimonio, la ficción y la reflexión y, bueno, siempre dejo fluir lo que la foto me trasmita, es un ejercicio desafiante y diferente cada vez, algo de crítica social, aunque en este caso tiene algo sombrío. Gracias por comentar y por el apoyo. Un abrazo

0
0
0.000
avatar

Esa foto me da miedo.
Pero el relato esta muy interesante.
Seamos quienes somos, es más sencillo y más agradecido.

0
0
0.000