Ronda de Apoyo LMVC - 13/11/2020

Alirio Díaz nació y se crió en Carora, en el caserío la Candelaria, donde vive sus primeras experiencias musicales, y luego por decisión propia emprende viaje a Trujillo a ver clases de solfeo, clarinete y saxofón con nada más y nada menos que el maestro Laudelino Mejías. Allí en Trujillo tuvo que aprender varios oficios para poder vivir y costear sus estudios. Luego va a Caracas a culminar sus estudios musicales en la Escuela Superior de Música “Jose Ángel Lamas”, donde tiene como profesores a músicos del calibre de Vicente Emilio Sojo, una pieza clave para todos los logros que obtendría no solo en esa época sino mucho después, Pedro Ramos, el maestro y compositor Juan Bautista Plaza, Raúl Borges, y Primo Moschini. En esa época también comienzan sus primeros recitales como guitarrista solista en programas de radio, y en los Ateneos de Valencia, Barquisimeto y Trujillo. También estudia y hace muy parte de su repertorio la obra de Raúl Borges, Vicente Emilio Sojo, y especialmente la obra del maestro Antonio Lauro, de lo cual se le recuerda más las interpretaciones de su suite de valses venezolanos. De Caracas va a Europa a estudiar con los mejores maestros de la guitarra académica, y a terminar de afianzar su carrera como solista virtuoso de la guitarra. La crítica musical siempre estuvo conmovida por los grandes alcances que obtuvo Alirio Díaz tanto en su discurso musical como en lo que representaba su carrera. Donde quiera que el maestro Alirio fuera se producía una gran revelación incluso para sus propios maestros que veían con asombro sus capacidades y su visión musical. Alirio ha recibido numerosos homenajes tanto en vida como después de su desaparición, entre los cuales podemos mencionar todos los festivales y concursos nacionales e internacionales que se hacen en homenaje a su legado artístico. Fue el maestro de muchas generaciones de músicos venezolanos que hoy en día se han convertido en las principales referencias de la música venezolana y la música académica en Venezuela. Además de ser el gran virtuoso invaluable que era también fue un inmenso ser humano que nunca perdió su humildad, y cada vez que podía iba a ver su casa natal en el caserío la Candelaria, donde paso una gran parte de sus últimos años de vida hasta que fue trasladado nuevamente a Italia- Roma donde finalmente parte de este plano, dejando un gran legado no solo para Venezuela sino también para el mundo entero.

Esto es lo que celebramos esta semana en el Laboratorio de Música Venezolana Contemporánea. Los invitamos a continuar leyendo estas listas de curaciones del día de hoy.