Sí, aquí también ha amanecido desapacible y lluvioso. Cómo me conoces, seguro que me encantaría también ese pórtico. Uno cree haberlos visto todos, pero no es así: hasta el más sencillo tiene siempre un mensaje que mostrar. Feliz día de Otoño.

Ja, ja, ja...vaya, ahora funciona el invento. Ya te veo, mi pana, ja, ja, ja...el hive te ha jugado una mala pasada. Lleva fallando desde ayer y posiblemente continúe haciéndolo unos días. Aprovecho antes de acostarme, que parece que ahora permite comentar. Ayer me fue imposible contestar todos los comentarios. Me alegro que te parezca interesante, porque de hecho, creo que lo es. Yo siempre he dicho, que el Arte en general y el románico en particular, se prestan a múltiples interpretaciones y he ahí su gracia. Yo he querido darle este sentido a la entrada, pero evidentemente no te falta razón y en efecto, todo tenía su sentido y su lugar. Incluso la posición de las manos, o de los pies; incluso los gestos. Esto es más evidente, por ejemplo, en la escultura de capiteles y canecillos, donde la imaginería se disparaba hasta grados que te sorprenderían. De hecho, a los monstruos y a las referencias mitológicas, tan abundantes, el gran psicólogo C.G. Jung ya decía aquello de que había que tratarlos como a pacientes. Lo cual viene a decir, que habría que estudiarlos con cuidado. Pero generalmente, cuando se hacían este tipo de representaciones, alusivas, pues como en este caso a una Anunciación o a los apóstoles o profetas, su gesto de hierática severidad imponía. Al contrario que la mayoría de dinteles románicos, que tenían en ambos laterales las figuras de 'los guardianes del umbral', conformadas generalmente por monstruos o leones que ya te estaban indicando que tuvieras cuidadito, que entrabas en lugar sagrado, en esta portada, es la Anunciación, en el lado izquierdo y San Vicente (titular del templo) quienes hacen esa función. Se supone que los artífices fueron canteros francos, posiblemente del taller de Fluchel, que se encargó también de la catedral y no en ésta, pero en la portada de poniente, que es la principal en este templo, se advierten la puerta bífora y el estilo denominado 'mateano', por el Maestro Mateo, que levantó el Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela. Es decir, un románico del camino y por lo tanto peregrino. Un fuerte abrazo.

Lo menos normal sería que no las tuvieras, pues el Arte siempre ha jugado un papel muy efectivo en el inconsciente colectivo y todo este tipo de esculturas iban encaminadas, precisamente a eso: a penetrar el subconsciente de los fieles, transmitiendo mensajes subliminales y como bien dices, siempre con el premio del cielo o el castigo del infierno, implícitos. El arte románico es todo un mundo por descubrir, donde muchas veces hay que tener en cuenta que no todo es lo que parece, que los canteros eran seres humanos y como seres humanos tenían, aparte de sus virtudes y sus defectos, sus necesidades vitales, la misma naturaleza animal que nos anima a todos, sus propias creencias y consideraciones y en ocasiones, éstas se plasmaban de determinada manera. Los guardianes del umbral son figuras que han existido desde el tiempo de los grandes imperios y civilizaciones y su misión era esa, atemorizar a la entrada de los grandes templos y santuarios. Te sorprenderías las diferentes y terribles caracterizaciones que pueden adquirir incluso hasta en los templos rurales más sencillos. También el tiempo está cambiando en Madrid y de un calor horroroso hemos pasado a un tiempo inestable, de lluvia y frío inesperado. Pero es bueno, no sólo para el campo, sino para limpiar y oxigenar la porquería de las grandes ciudades. Ya sabes el refrán: no hay mal que por bien no venga. Abrazos