Amarnos libremente era sencillo (Prosa poética)

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Amarnos libremente era sencillo, sin las ataduras que transforman en costumbre los sentimientos, sin la posesividad egoísta que hace de los corazones una mercancía que termina siendo propiedad privada y exclusiva.

Era una forma inexplicable para una sociedad enferma de prototipos y paradigmas, que como minucioso contador etiqueta las acciones de acuerdo a un propósito conveniente; una manera contradictoria en la cual nos sentíamos como las aves que surcan el cielo y también como los relámpagos que iluminan la tormenta.

Amarnos libremente era acercarnos a nuestra conciencia y los básicos instintos que la naturaleza nos regalaba, sin el protocolo de lo inventado en cuestiones de relaciones de parejas y sin las promesas frecuentes que martirizan y hacen del delirio una quimera.

Amarte fue una experiencia misteriosa, un descubrir que más allá de la esencia existe un habitante rebelde que hace de los sentidos un gong, cuya resonancia cruza las fronteras de lo natural y hace de los segundos una panacea de placeres inconfesables producidos por dos cuerpos que se exploran, inventan, desenmascaran y desvarían.

Fue como regresar de la oscuridad de quien ha nacido ciego, detallar los tonos sublimes de los colores que pueblan nuestra existencia y transformarse en pintor de suspiros, deseos e inconsciencias.

Amarnos libremente conspiró con la realidad, fue una forma incoherente de compartir y también una manera agresiva de romper los esquemas de una matemáticas mundana, donde la suma de dos unos siempre dará como resultado dos y nunca el mismo uno.

Fue lamentablemente efímero como la eternidad, con el encanto y sabor del pecado, infinito acto que nos hizo diferentes y transformó en la metáfora más exacta inventada para señalar la singular unión entre dos almas.

Amarnos libremente nos hizo incandescentes, volátiles, fuertes y a la vez débiles, efervescentes, melifluos, un sinfín de sensaciones que se mezclaron con la catarsis del frenesí y nos llevaron a conocer lo que existe más allá del éxtasis supremo.

Nos hizo ser humanos a pesar de deslastrarnos de las complicidades que impregnan el diario vivir, sempiternos amantes que cruzaron los límites de la estancia terrenal para sembrar en sus recuerdos momentos que nunca pasarán.

Amarnos libremente era tan sencillo, que aun extraño esa forma tan sutil con la cual podíamos adivinarnos en la lejanía, comprendernos sin necesidad de psicología barata o mal aprendida, desearnos sin el morbo del sexo como razón primordial para reencontrarnos.

Era tan sencillo como inefable, tan irreal que parecía apócrifo y tan profundo que se sumergía en el átomo más pequeño de nuestra anatomía.

Amarnos libremente era sencillo pero apareció la filofobia con sus múltiples razones y como virus que destruye todo, terminó por separarnos pero no logró que nos olvidáramos.

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Hola!

Este post ha sido manualmente curado, reestemeado
y alimentado con una deliciosa torta virtual del
equipo de curacion @helpiecake!

Mucho amor para ti de parte de toda la comunidad @helpie!
Manten en alto tu buen trabajo!


helpiecake

❤️
Manualmente curado por @victoriabsb.


@helpie es un Witness (testigo) de la comunidad.

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