

De esos lugares que son para llevarlos en tu espíritu, que florecen tu alma. Lo visité en enero de 2019 y cada vez que lo nombran o veo una imagen o lo pienso, viajo allá, donde cielo y sal se hacen uno; ¡ahí sí está!, ciertamente, parte del mineral del mundo: belleza, asombro, misterio, simplicidad de la naturaleza, regalo de Dios para la humanidad.



Uyuni es ese dulce salar al que, algún día debes meterle tus ojos porque nada iguala la vista humana.

Fotos de mi autoría tomadas desde un j1 prime y editadas con lightroom