Poema/ Rojas de sangre / dedicado a las mujeres venezolanas

Tienen los ojos sangre ya de rojo.
Tienen la sangre clara ya de lágrimas.
No están envejeciendo como madres;
ya ni recuerdan que existen las flores.

Viven en un país donde no viven.
Son las dueñas de tantos inmigrantes;
la del hijo que se fue sin el beso,
la del beso que quedó sin el hijo.

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Son las novias que quedaron fieles,
son las que rezan con velo en los ojos,
son el puñado que aguantan la pela,
son el vivo dolor de Venezuela.

Van a cualquier país con sus dolores
a parir el pan para los hijos,
a sacarle el cuchillo a la sonrisa
que en su patria metieron los traidores.

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Rojas de sangre van casi sin sangre,
una nueva bandera se izará con ellas;
tendrá el tirano que encenderlas todas
para evitar que ondeen sus cabelleras.

Las he visto también en otros pueblos
y también son el pueblo en que nacieron,
son la herida en puñado derramado
que completa la forma de la tierra.

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Son ese río que se salió del mapa
porque crecieron más que las cadenas;
las que esperan que pronto despertemos
para regarle flores a sus penas.

¡Feliz y bendecido despertar!