Durante la mañana después de la conversación con mi jefe me quedé un poco pensativa, era como si una pequeña nube oscurecía mi alegría, sin embargo, me obligue a ser optimista, preferí no inquietarme por algo de lo cual no tenía la seguridad que ocurriría, por eso coloque mis pensamientos nuevamente en mi trabajo y culmine mi jornada con entusiasmo.


Regrese a casa para almorzar y arreglarme para mi compromiso, pero de nuevo me sentí algo extraña, al llegar vi a mi padre muy decaído y pálido, era como si en su rostro no corría ni una gota de sangre, estaba sentado en una mecedora en el jardín, con sus ojos cerrados, al sentir mis pasos hacia a él se inclinó y me dio una sonrisa, pero mi corazón se agitó como presintiendo que algo no estaba bien, lo tome de la mano y le di un beso en la frente, luego de pedir su bendición le hice saber que estaba muy preocupada y que sabía que algo muy serio me estaba ocultando, mi padre solo me dijo que me concentrara en mi nuevo proyecto que tenia todo su apoyo y del resto de la familia, que de lo demás se encargaría él.


Viendo que el tiempo corría tan rápido me toco comer y arreglarme apresuradamente, se me hacia tarde para llegar a la reunión, de pronto escuche sonar mi celular, era Sergio para ofrecerse a recogerme, me dijo que estaba cerca de casa, por lo que me pareció buena idea aceptar su ofrecimiento; teníamos el tiempo justo para llegar, me despedí a prisa de todo en casa y quise dejar mis preocupaciones a un lado, necesitaba estar tranquila y atenta a todos los detalles que se aportarían en la reunión.


Sergio también estaba a la expectativa, para él todo esto era desconocido, el reto de filmar una película por primera vez lo ponía ansioso ya que no tenía claro todo lo que esto implicaría. Llegamos unos minutos antes de la hora pautada, saludamos y conversamos con los demás del elenco, también estaban todos los productores y el personal encargado de la producción. Tuvimos que esperar un poco por el representante legal, quien llegó media hora después.


Durante la reunión se nos entregó un contrato de trabajo donde se especificaban las normativas a las cuales teníamos que ajustarnos, nos dieron información de los horarios de grabación y algunos lugares a donde teníamos que ir, eso implicaba salir fuera de la ciudad por algunos días, todo parecía ser muy claro pero exigente a la vez, tendríamos que disponer de mucho de nuestro tiempo, para lograr con éxito el ambicioso proyecto, de igual manera el resultado de ese duro trabajo nos beneficiaria a todos, tanto monetariamente como para nuestra trayectoria.


Me sentí atraída por todas las ventajas de emprender ese proyecto y quizás eso minimizo todo cuanto me costaría lograrlo. Junto con el productor personal nos dimos la tarea de leer cada una de las cláusulas del contrato y aunque tenía un alto nivel de exigencia, nos comprometimos en cumplirlas y aceptar el reto, aunque eso implicara sacrificar otras cosas valiosas para mí, como mi sueño de ejercer mi otra profesión.


Estaba claro que era casi imposible que pudiéramos hacer otro tipo de trabajo, ya que nuestra agenda era muy apretada, tenía que aprender todos los guiones y hacer grabaciones de continuo, a lo que tenía que dedicar muchas horas de trabajo, se nos había fijado un tiempo de 5 meses aproximadamente para culminar la película.


Era mucha información para un solo día, era el inicio del agotamiento y el torrente de emociones que este mundo artístico demanda, no tenía tiempo que perder, a partir del siguiente día empezaría de lleno con las duras y largas jornadas de trabajo que me esperaba, pero todo cobraba valor cuando tenía presente todo lo que lograría gracias a esto. Me ilusionaba mucho saber que podía costear la carrera de medicina de mi hermano y también que ya siendo mis padres avanzados de edad, podía retribuir todo su ayuda y apoyo durante toda mi vida, con el fruto de todo mi esfuerzo.


Por eso sabía que era inevitable que tenía que dejar en receso mi sueño de ejercer como abogada, realmente resultaron ciertas las inquietudes de mi jefe, que este nuevo compromiso no me permitiría continuar con mi carrera, era una decisión difícil para mí, me daba mucha tristeza pero sabía que era necesario hacerlo. Sin darme cuenta todo empezaba a cambiar muy repentinamente, era brusco y no daba tiempo para sentarse a pensar, sentía que mi vida tomaba lugar en un asiento de una montaña rusa que no paraba de andar y cambiar.


Los días pasaban muy rápido pero siendo sincera me apasionaba mucho lo que hacía y lo disfrutaba al máximo, cada escena, cada logro era importante para mí, éramos un gran equipo de trabajo, cada uno ponía su mayor esfuerzo en lo que hacia, tenia el apoyo y el cariño permanente de Enrique, quien me acompañaba en todo ese largo proceso, él también se sentía satisfecho con todo lo que juntos estábamos logrando. De Sergio recibía mucha atención, cada vez se hacía mucho màs cercano a mi, me ayudaba en todo lo que podía, pero aun así no dejaba de ser agotador.


Cuando tenía que viajar fuera de mi ciudad, era cuando más extrañaba a mi familia, la comida de mi madre, la protección de mi padre y el entusiasmo de mi hermano menor, realmente extrañaba muchas cosas que no podía por momento evitar entristecerme. Trataba de habla con ellos a diario por teléfono pero no era igual, mi hermano estaba por empezar su carrera y eso me animaba mucho a seguir adelante y mis padres parecían felices con mis logros, solo eso me bastaba para reponer mis fuerzas.


Recuerdo que en ocasiones sentía la mirada tierna y protectora de unos de los camarógrafos, él era un hombre sencillo, callado pero muy exigente con lo que hacía, debo confesar que había algo en ese joven que me llamaba mucho la atención, a pesar de que no conocía casi nada de su vida personal porque era muy reservado, tenía claro que de cierta manera estaba muy pendiente de mi y eso me encantaba. Empezaba a sentir por primera vez mariposas en mi estomago cuando estaba cerca y sin él saberlo se había convertido en alguien muy especial para mi.