¿Decir o no decir?

     En uno de los debates, se discutía sobre el proceso de «impeachment» o juicio político que le sigue el senado estadounidense a Donald Trump, luego que la cámara de representantes decidió que habían suficientes elementos para seguir adelante con el proceso.

     ¡Obvio! Para que un debate sea considerado como tal, los productores del programa cuidan que ambos partidos (Republicanos y Demócratas), además de un independiente, representen a los votantes del país; el caso es que las perlas que se lanzaban los unos a los otros y el auto-control para no descomponerse ante las cámaras era proverbial.

     La primera pregunta que me hice fue ¿podremos algún día en latinoamérica, debatir de esta manera sin que nuestras vidas estén amenazadas?, y si es así ¿tendremos el nivel suficiente de educación para dar nuestros puntos de vista sin ofender al otro?

_{«Sr. Cara de papa da un discurso», capturada con Smartphone Moto G5 plus
en Disney's Hollywood Studios, Orlando, Florida por @fermionico}

Pensamiento crítico

     La política siempre tendrá el componente emocional que invita a las personas a defender ideales, sin embargo, me he dado cuenta que nunca antes un presidente estadounidense había despertado tanta pasión entre seguidores y detractores. Es decir, asistir a un debate de estos es darse cuenta que la libertad de expresión es necesaria, pero también tiene que tener límites.

     Comprendo ahora, porque tantas tragedias locales con personas que además de enfermas (hay que estar enfermo para vaciar un cargador de un arma automática en la humanidad de otros), intentan defender un punto de vista de modo poco ortodoxos. Porque sí, había altura en el debate televisivo, pero cualquiera que se lo tome a pecho, tendrá como resultado una desconexión que permitirá librar el camino para las tragedias.

_{«Discurso en una galaxia muy, muy lejana», imagen capturada con Smartphone
Moto G5 plus en Disney's Hollywood Studios, Orlando, Florida por @fermionico}

«Es bueno el cilantro...

     ...pero no tanto» dice un refrán criollo, la línea que separa el discurso tolerable del ofensivo es muy delgada. Quizás la mayor responsabilidad de esto recaiga en los políticos y los líderes de todos los ámbitos. Hay dirigentes que despiertan pasiones y muy irresponsablemente lideran a las masas para que agredan a todos aquellos que no piensan como ellos. Vivimos tiempos peligrosos.

     Conforme las crisis no se gestionen como es debido, la manera de mantener a las personas distraídas de los problemas es mediar discursos que provoquen divisiones, eso lo sabe cualquiera de estos líderes; mientras, la gente que no tiene como proyectar lo que piensa, desespera ante el pasar el tiempo sin las soluciones prometidas ¿libertad de expresión para mantenerte distraído?...

...¡Gracias por leer!