Historias en su tinta 009: "Quiero ser un árbol", por bonzopoe.

Cuando muera no quiero que me incineren y me tiren al mar o al viento en un paisaje de postal de Hallmark. Quiero que me entierren e irme poco a poco, en cámara lenta, pasar al otro plano sin darme cuenta, como si surfeara una ola de la que de repente soy parte.

Quiero que lo hagan con bombo y platillo, sin pornografía emocional de por medio, y hagan una fiesta y bailen sobre mi tumba.

En vida he sido un desastre, y he vivido desde temprana edad al mil por ciento, así como seguro moriré al mil por ciento más pronto que tarde. Pero no conozco otra forma de vivir, y no quiero perder eso tras mi muerte. Así que cuando muera quiero ser un árbol.

Quiero que me entierren cerca de algún parque, cementerio o no, no me importa, mientras tenga árboles me daré por bien servido. Así podré desde abajo mirarle las bragas a las chicas en los columpios como cuando niño, y podré sentirme un poco vivo a través de la vida que transcurra sobre mí.

Podré volverme parte del césped en que jugarán niños, correrán perros y retozarán amantes furtivos. Podré ser parte de uno de esos árboles y disfrutar del viento, del sol, del cielo y la luna. Podré ser hoja y volar en el viento para pintar de amarillo el paisaje o caer casualmente en algún escote para recordar el latir de un corazón y la calidez de un cuerpo de mujer.

Podré por la raíces explorar el horizonte y husmear entre las bancas, entre los juegos infantiles llenos de niños, madres y carreolas, y si alguno llora demasiado irme profundo para no escuchar sus berridos.

Seguro de cuando en cuando podré cabalgar gusanos hacia la superficie y acabar en el pico de algún ave, y sentir al levantar ésta el vuelo, lo mismo que cuando me lanzo en paracaídas para poder sentirme vivo.

Porque morir al mil por ciento es fácil, pero vivir al mil no tanto. La vida es una droga intoxicante, y nunca se tiene suficiente de ella. Por eso hay que probarlo todo, vivirlo todo, reirlo todo, sufrirlo todo, llorarlo todo si hace falta, que solo tenemos una vida (bueno a veces dos si no pasan más de tres minutos) y hay que aprovecharla.

Así que si muero tratando de vivir de la única manera que sé, recuerden que no quiero irme con fuego, que quiero ser tierra, ser árbol, ser yesca, ser vida que genera vida a través de su muerte, y que se burla de esta al seguir presente, de otra forma, pero presente, en este edén lleno de maravillas, de alegrías y de tristezas que nos regaló Eva... por culpa de un árbol.

Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.