Tarde de cine con mis hijos
Hoy mis hijos me invitaron al cine, una oferta que nunca había recibido de ellos y que me pareció imposible de rechazar. Creo que necesitaban que los acompañara un adulto, porque la función terminaba de noche, y ellos no están acostumbrados a andar de noche por la calle. Bueno... Ya Laura tiene 18, y Samuel acaba de cumplir 16. El caso es que me invitaron y yo fui.
Fue una salida improvisada que requirió velocidad, porque apenas quedaban minutos para que comenzara la película que querían ver. No me dio tiempo de afeitarme ni de tomar buenas fotos.
Hace tiempo desde la última vez que estuve en una sala de cine. Igual que en aquella ocasión, hoy me tocó ver una comiquita. Fue agradable estar ahí con mis hijos, por un momento me pude olvidar de la crisis y de que no tenemos dinero para estas salidas, que antes solían ser baratas.
LA PELÍCULA
La película que vimos fue la versión animada de "Los Locos Addams". Los gráficos están al día con las últimas tecnologías 3D, son buenos; pero hasta ahí llega lo bueno. El argumento de la trama es extremadamente malo y falto de imaginación. Los escritores brillantes brillaron por su ausencia. Parece que se les olvidó que este tipo de producciones debería tener motivos de risa en cada esquina. De nada me sirvió sacar mi niño interno; no vi nada que me provocara a risa o siquiera me sacara una sonrisa, sólo los chistes con mis hijos; casi nada bueno que ver en la película, no la recomiendo.
Créditos del texto e imágenes: Amaponian Visitor (@amaponian)
( Póster de la película propiedad de Universal Pictures)