Antes de terminar el 2019 recibí una llamada ¡Fotografiar una boda, la boda de mi amiga!

Terminé este año 2019 mejor de lo que pensé, y justo antes de acabar el año una amiga y compañera, músico igual que yo, me llama para que fotografie su boda.

Fue una grata experiencia ser el fotógrafo de su boda e invitado a la vez, entre bailar y fotografiar, entre ser parte de todos esos momentos emotivos y a la vez capturarlos, dejarlos plasmados y que sean parte de su historia y generación.

Esta boda fue en el pueblo de Aroa, Estado Yaracuy, Venezuela, un pueblo minero y de importancia no solo local si no también internacional, si lo buscan lo sabran.

Entre alegrías expresadas por sonrisas y otras atraves del llanto fue esta encantadora boda, llena de muchos compañeros y amistades.

Padre e hija, siendo un ejemplo cultural vivo de esta cultura no solo latina si no internacional de casarse.

Madre e hijo, haciendo lo mismo; siendo ejemplo.

Sr. y Sra Pichardo

No hay nada mejor que ver a tus compañeros y amigos cumplir sus sueños.

Finalizar 2019 de esta forma fue una experiencia que nunca se me olvidará.

Que viva el amor en todas sus expresiones.

Que duren hasta que Dios quiera, que vivan su amor a lo máximo.

Edición a color

Primera boda para mi experiencia como fotógrafo.

Felicidades a ellos por su compromiso y que este año nuevo les de todo lo que desean.

Seguiré fotografiando, seguiré guardando momentos este 2020.