Hace ocho días hice una publicación hablando sobre un sapo común encontrado en el camino. En ese momento tomé un foto y dije que posiblemente era el anuncio de muchas otras que vendrían, así fue.

Hoy, de nuevo les traigo no una sino dos ¿sapos o ranas? Aquí sí que tengo dificultad para identificarlas. Si observan con detalle podrán notar que su piel ni es seca y gruesa, ni tampoco húmeda. Si me preguntan diría: ¡Son un par de pollos!

Si es un sapo o una rana tienen algo en común, su rareza y lo difícil de encontrarlas.

Según algunos estudios, se trata de ranas o sapos albinos, una condición especial de ausencia de pigmentación en la piel que también se presenta en los humanos o cualquier otra especie animal.

De acuerdo a las probabilidades, 1 de cada 30 ranas/sapos sufre de albinismo. Su condición especial no los exime de comportarse como cualquier otra de su especie. Sin embargo, al nacer con esta mutación hace que se acomplejen y se mantengan timidez frente a las demás ¿Curioso verdad? ¿Una conducta común?

Otro punto importante sobre este animal sin pigmentación es que tiene un promedio de vida corto. Obviamente, no es difícil entender que la falta de cromatismo en su piel los expone a mayores riesgos, siendo más sensible y vulnerables a los embates de la naturaleza.

Leí que su piel es sensible hasta a las púas de las ramas, imaginen cualquier otro fenómeno ambiental a lo que les toque enfrentar.