Never forget

Coincidí un 11 de Septiembre en las calles de Nueva York y cómo no rendir homenaje a los que desde ese día cambiaron los corazones de millones de humanos, el día en el cual EEUU descubrió ser vulnerable y el día que la mente perurbada humana traspasó todo entendimiento en un mundo en paz y sin guerras declaradas, fue un acto cruel dentro de varios donde sólo quedaron escombros y almas enterradas.

Pasan los años e incluso las décadas y ese espacio homenaje sigue albenrgando la misma tristeza que en los días posteriores a las lágrimas y horrores, cada año se guarda un sentido homenaje a todos y cada uno de los que allí dejaron sus vidas, historias miles, algunas seguramente anónima donde nadie lo reclama, no creo que ese lugar descanse jamás.

Da igual la nacionalidad y origen de quien descanse bajo esos monumentos, da igual si se llevaron los restos, allí da la sensación de que miles de almas continuan preguntándose por qué.