Hoy quiero compartirles este ejercicio literario, organizado por la comunidad de @acropolis y @templo.

Recuerdas esa canción especial, aquella con la que te enamoraron en el liceo o la que te dedicaron por primera vez, cuéntanos como fue en más de doscientas palabras.

Corría el año de 1975, canciones iban y venían, la música era escuchada, disfrutada y bailada por cada uno de los rincones del liceo. Estar enamorada de algunos de los otros chicos era lo normal. Los secretos eran compartidos a baja voz en los baños de chicas. Era una época donde un joven sentía que podía comerse el mundo y pasar por encima de sus profesores de aula.

Las llamadas de atención eran vistas como puntos positivos de valentía en tu carpeta. Y las escapadas a la plaza cercana a darse unos picos con alguno de los chicos era muy mal visto. Una engañifa a los profesores era lograda por los más hábiles. Ese día en la clase de inglés convencieron al profesor que estaban cansados de la música que siempre colocaba, que si les permitiría colocar una cassette muy especial.

Aunque una y otra vez ella les había dicho cada vez que le cantaban la canción a capela, que tornero en italiano es volveré y que su Tornero era de españoles y no tenía nada que ver, quiso el destino que ese año sonara la bendita canción en las radios de todo el país. Haciéndola tan popular escucharla.

Ese día Tornero sonaría a todo volumen en el aula, atrayendo a otros alumnos de las aulas cercanas que se unieron al coro, aunque no sabían ni un poquito de italiano, I Santo California fue cantada a una alumna que cumplía años ese día, cuyo apellido era Tornero.

Aun puedo ver el tren partir, y tú triste mirar, esconde aquellas lágrimas, volveré. Como podré vivir, un año sin tu amor. Ahora la extraño mucho y me da cierta nostalgia cuando la vuelvo a escuchar, me recuerda esos años juveniles, de encuentros furtivos y besos de piquito.