El miedo te limita.

El miedo es una emoción que surge ante la sensación de un peligro inminente. Cualquier cosa podría provocarnos esta reacción en cualquier momento y produce en nosotros la creencia de tener poco o nada de control sobre la situación o sobre el estímulo que genera la emoción. Sin embargo, surge ante dicha situación la necesidad de hacerle frente de manera inminente a lo que nos está produciendo miedo, y por ello, surge una secuencia de comportamientos que están naturalizados en lo profundo de nuestro cerebro.

Generalmente, huir o escapar es la reacción hacia aquello que nos produce temor. Al contrario, enfrentar aquello que nos da miedo sería la valentía.

Esta emoción, si bien es importante sentir, para poder preservar nuestra vida en ciertas situaciones, no nos permite ver el mundo tal cual es en general. Empaña los -anteojos- con los cuales vemos los sucesos que vivimos día a día.

Es universal, no distingue de etnia, raza, religión ni especie, de hecho es una de las emociones que compartimos con todo el resto de los seres vivos. Todos podemos sentir miedo, porque deseamos vivir.

Muchas personas, incluso mayores que nosotros que leemos esto, nunca lo superan. A decir verdad, a medida que más grande se hacen, más crece el miedo en su interior.

"El miedo nos paraliza, nos bloquea emocionalmente y nos dificulta disfrutar en muchas ocasiones de los pequeños o grandes placeres de la vida"

Pero si somos fuertes, si logramos superar nuestros miedos, y actuar aunque ellos se presenten, nada se interpondrá en nuestro camino. Porque habremos conectado con la valentía.

Si nos permitimos identificar el miedo, reconocerlo, aceptarlo, darnos cuenta de que está ahí, por las razones que sean, habremos dado el primer paso para la liberación del miedo.

Si nos permitimos observarnos profundamente, aunque sea por unos minutos cada día, nos daremos cuenta.

Y darnos cuenta, es transformador.

Por eso, lo ideal es poder encontrar una práctica que cultive esta capacidad para darnos cuenta de nuestras emociones, y de las situaciones que ocurrren a nuestro alrededor sin tener los -anteojos- empañados y poder ver con claridad.

Es importante que podamos limpiar nuestra visión y tener claridad de pensamiento cuando una situación surge.

Para poder lograr todo esto, te hago una invitación, a ti que estás leyendo esto, a que conozcas un método práctico que te permita liberarte del miedo y demás condicionamientos, manera consciente.

Este método del que hablo es la meditación. Si, te invito a aprender a meditar conmigo, y desarrolles en ti mismo la capacidad de estar en ese punto -dinámico- de equilibrio que permitirá que lleves una vida más saludable, con una mente más clara y estable ante las vicisitudes de la vida.