El día de la gran pregunta, llegó...

Desde que supe que iba a ser padre de una niña, estoy pensando como responder ante esta pregunta tan incómoda para mi, al menos. Con mi esposa he hablado de la situación y de como la debíamos abordarla, cuando ese día llegue. Nos asesoramos con cuanta tía nos conseguíamos. Vimos cuantos vídeos con testimonios al respecto conseguimos en YouTube y hasta con un psicólogo fui a hablar por sobre cómo encarar el tema de la manera más natural, clara y menos traumática posible para mi hija.

El tiempo fue pasando, tuvimos otro hijo y el tema fue quedando en el olvido. Desde hace aproximadamente 1 año mi hija empezó con la etapa de la preguntadera (me ha hecho preguntas tales como: ¿por qué existe el racismo? o ¿Por qué Dios, si es tan bueno y nos ama a todos, deja que los niños se mueran?) y mi olvidadiza mente jamás vaticinó que probablemente la tan temida pregunta podría llegar en cualquier momento... Y el día de ayer llegó.

Estaba, como todas las noches, en el cuarto con los niños viendo TV, cuando Victoria se voltea y me pregunta:

Papi, ¿De donde vienen los bebés?

Quedé estupefacto, me puse blanco como un papel y como un centellazo en mi mente recordé los años de otrora que pasé preparando la respuesta que debía dar cuando llegara este momento. Mi mente quedó en blanco y lo único que atiné a decirle, luego de 10 segundos callado, fue: Anda a preguntarle a tu mamá..., lo pensó un segundo y fue hasta el cuarto a increpar a su mamá con la tan incómoda pregunta. Allí estuvieron hablando como media hora.

Le dejé la responsabilidad a mi esposa pero me comprometí a que cuando sea José, mi hijo menor, el que pregunte, me iba yo a encargar de explicarle todo.