Para saltar al vacío, metafóricamente hablando, no necesariamente hay que hacerlo desde altura... Hay momentos de nuestra vida que parece que lo estamos haciendo, literalmente, que sentimos ese vacío en el estómago y nuestro corazón se acelera de forma tal que podemos oírlo latir, fuerte y aceleradamente... esos momentos nos hacen sentir vivos de una forma distinta a la habitual.

Pero, la verdad es que esos momentos podrían ser necesarios de vez en cuando, más para unos que para otros. ¿Es probable que al ser humano le guste el peligro?, solemos evitarlo, pero ¿es posible que se disfrute? Soy tranquilo, me gusta estar en calma, pero, cuando en algún momento he estado he corrido algún riesgo o por alguna razón me ha tocado lanzarme al vacío no ha sido un sensación desagradable, por eso digo que es posible en algún momento sentirse atraído por esa particular forma de vivir de siempre estar como al borde, en la orilla, a punto de dar ese salta al vacío de manera permanente, ¿son sólo locuras mías o también a usted le ha pasado?

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_{Este es un corto ejercicio literario realizado a partir de la imagen principal.}