Definitivamente, hay que tomar la firme decisión de no dejarse arrastrar por el miedo. La Biblia es clara cuando dice, “Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, para estar nuevamente esclavo al temor” 2 Timoteo 1:7.

Si bien es cierto, amigo lector, que la crisis económica mundial y la bestial pandemia que azota a la humanidad, crea un terror y un pánico tan devastador, que las personas se encierran en un mundo de estrés y ansiedad.

Dios derramó en el corazón de cada creyente, su espíritu de poder, con el cual se puede combatir y derribar el miedo. El asunto, radica en la fe. Recuerde, que sin fe no se puede agradar a Dios, es necesario, que todo aquel, que se acerca a Dios, pueda creer, que dentro de sí, está el glorioso poder de Dios para echar fuera todo temor.

La fe requiere que se la practique para que crezca y se fortalezca en la vida de cada creyente. La fe viene de la Palabra de Dios iluminada por el Espíritu Santo y se manifiesta por medio de la obediencia.

El cristiano no vive de acuerdo a su circunstancia, su fe no depende de lo que pueda ocurrirle para luego accionar. La fe del cristiano viene directamente de lo que Dios dice en su palabra, y conforme a lo que Dios ha establecido en su palabra, el creyente sabe que ya tiene la victoria en todo, porque según, las Escrituras en Cristo ya se es más que un vencedor.

La fe derrota a la duda y al miedo de lo que ocurre o pueda ocurrir en la vida de los creyentes.

En el día que temo, Yo en ti confío. 4 En Dios alabaré su palabra;
En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre? Salmos 56:3-4 Reina-Valera 1960 (RVR1960)