Si nuestros padres mueren con conocimiento en la palabra de Dios, porque creemos que somos miembros de la verdadera iglesia, la iglesia de Dios que es la que está en la biblia, no iglesia de Cristo o iglesia o iglesia pentecostal, vamos a leer 20:28 de Hechos:
”Por tanto mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la Iglesia de Dios, la cual compró con su propia sangre.”
La iglesia de Dios es la iglesia comprada por la sangre de nuestro Señor Jesucristo, estando en la verdadera iglesia en la biblia, usted no puede ser juzgado fuera de la iglesia, vamos a leer 5:13 de 1 Corintios:
”Porque de los que están fuera, Dios los juzgará. Quitar pues a ese malo de vosotros mismos.”
Dirigiéndose a los primeros cristianos en la iglesia verdadera, el apóstol Pablo, dijo: porque de los que están fuera, Dios los juzgará; hay que dejar en las manos de Dios el juicio que, él hará a los que están fuera de la iglesia verdadera, si estamos en la iglesia verdadera en la biblia, y somo temerarios de Dios y el lugar donde irá cuando muera será diferente; si fallece siendo obediente y haciendo la voluntad de Dios, el alma y espíritu de él ira a un lugar en el cielo, leamos en Apocalipsis 6:9-11
”Cuando el Cordero abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos a causa de la palabra de Dios y del testimonio que habían mantenido;”
“y clamaban a gran voz diciendo: ¿Hasta cuándo, oh señor santo y verdadero, esperaras para juzgar y vengar nuestra sangre de los que moran en la tierra?
“Y se les dio a cada uno una vestidura blanca; y se les dijo que descansarán un poco más de tiempo, hasta que se completara también el número de sus conciertos y de sus hermanos que habrían de ser muertos como ellos lo habían sido.”
Pero si una persona murió como un rebelde, ¿donde van las almas y espíritus de ellos? vamos a leer 3: 18-20 del 1 Pedro
"Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el Espíritu en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados que en otro tiempo fueron desobedientes"
Las almas y espíritus de los desobedientes iran a la cárcel, una prisión que Dios preparó para los desobedientes.
