ADOCTRINAMIENTO MASIVO DIA 10 VIA ZOOM

Hoy en día exhiben sus cuerpos y sus partes, realmente muestran una mitad de sus pechos para que te interese mirar.

En la iglesia de Dios, hay mandamientos a cerca de la vestimenta, vestirás a tu hombre interior y tu hombre exterior, lo que implica que los miembros de la iglesia de Dios tiene dos seres, y hay mandamientos de Dios para vestir cada uno para que se deferencien de otras personas.

2 Corintios 4: 16-18

Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Vs 18; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Según esta palabra existe el ser interior y el ser exterior.

Todo hombre tiene el hombre exterior que conforme avance el tiempo envejecerá, sin embargo el hombre interior si lo alimentamos bien será fortalecida. Hay hombres que son buenos por fuera y por dentro, y otros que en su interior aguardan un mal corazón. El hombre interior se deleita en las cosas de Dios

El hombre interior y el hombre exterior son diferentes, uno es espiritual y el otro es carne.

Mateo 7:15
>Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.

Hay hombres que dentro de ellos hay una bestia. Se ven buenos, son animales por dentro.

El hombre interior se deleita con la ley de Dios. No infringe los mandamientos de Dios.

Salmos 40:8

El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.

Hay deleite en el hombre interior al cumplir los mandamientos de Dios.

Las cosas que deberíamos examinar es nuestro propio ser, si respetamos la ley de Dios y guardamos sus mandamientos es porque nuestro hombre interior está revestido. Siempre debe preocuparse de que su hombre interior no sea una bestia.

2 Corintios 13:5

Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?

Vamos a evaluar nos nosotros mismos. Sabes lo que eres, si sientes compasión, amor y respetas la ley de Dios significa que tu ser interior no es una bestia.

Porque el que es una bestia en su hombre interior no respeta la ley de Dios.

¿Cómo vestiremos a nuestro hombre interior y a nuestro hombre exterior?

1 Pedro 3:3

Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.

AL hombre le gusta adornar el hombre exterior porque es lo que otros ven.

Está prohibido que nuestro adorno sea externo, si no interno.

1 Timoteo 2:8

Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.

La ropa que debemos usar para revestir al hombre exterior, debe ser como Dios quiere. Dios quiere una vestimenta modesta no impropia para el hombre exterior, no algo ostentoso o lujoso. No usar productos químicos para el cabello, piel, axila y partes intimas, no es correcto adornar el cabello con tantos químicos, rizandolo.

Es prohibido ponerse joyas preciosas, sea de oro o diamantes, o ropas lujosas. El resultado espiritual lo vemos en

Oseas 2:13

Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.

Una consecuencia de usar joyas es que olvidas a Dios. Por que a veces una mujer tienen tantas joyas en su cuerpo que las usa para vanagloriarse, jactarse, exhibirlas, y ya no hay humildad en ellos.

Se trata de estar contentos con lo natural.

Romanos 9:20-21

Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?

Sea cual sea la forma que el alfarero nos quiere dar, debemos aceptarlo.

Lo que debemos adornar es el hombre interior, con un espíritu manso y sosegado que es la ropa imperecedera. Debe ser puesta la Palabra de Dios para recorrer recordarla.

Los hombres miran el exterior, y estos pecan por lo que ven. Dios mira el interior.

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