Relato: Desde las sombras
Los hijos del atardecer empiezan su cacería hasta el amanecer, deambulando por las calles de la vieja Londinium en busca de sangre fresca, tomando apariencia humana para asistir a los bailes y reuniones a donde su presencia se requiera sin levantar sospecha alguna.
A sus protegidos los citan en la noche de San Juan, en el gran Vampírálarc, la Mascarada Vampírica, donde se transforman y beben por vez primera la sangre de muchos. De sus descendientes nacen nuevas generaciones de hematófagos, inyectando frescura a los linajes incestuosos y marcados con la obsesión de mantener pura la raza.
Esto lo he observado desde las sombras, y con base a ello he actuado desde las mismas, procurando no dejar rastro de mi presencia o dejar al descubierto mi identidad.
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