Reset - Relato breve

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Presento este breve cuento a propósito de la convocatoria de la comunidad de @Literatos en el Concurso de relatos de ciencia ficción "Fahrenheit 451" en honor a Ray Bradbury.

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Los hechos repetitivos suelen ser muy recurrentes. Sobre todo cuando se trata de cometer errores. Nunca ha sido fácil romper los engranajes que corren de forma cíclica en el mundo. Científicos afirman que todo se mueve de una forma circular: desde el mismo universo y su materia oscura hasta el más pequeño pensamiento que poseemos. Por eso estamos condenado a repetir los errores del pasado. No por nuestra imposibilidad a superar una entidad mística que algunas personas llaman destino, sino porque nunca fuimos capaces de notar nuestro declive, la acumulación del daño, hasta que era demasiado tarde. Y, ¿a quién engañamos?, si hemos vivido de la misma manera dúrate siglos y siglos sin importarnos una mierda el mañana. Pero, claro, siempre hablando de que haremos un mejor futuro. ¿Para qué?

Cuando pensamos que el problema era una cosa de ideologías y de control de superpotencias mundiales, de la economía y todas esas pendejadas, de repente, así de la nada, una farmacéutica que, desde sus inicios se dedicó a la investigación de las más graves enfermedades de la humanidad, decidió soltar una mutación de un virus nunca antes vista, creada y desarrollada por el Dr. Harry Mata. Los periódicos los llaman la peste blanca, porque a las pocas horas de contagio comenzaban a salir pequeños lunares blancos que se iban agrandando poco a poco. Era el único síntoma que te decía que tenías la peste. Atendí una vez a un hombre negro, fue impresionante como en menos de una semana había cambiado casi todo su color de piel. Ya no era negro; la poca piel de color que le quedaba eran unas machas que parecían café con leche, un marrón muy suave y delicado. Era una especie de vitíligo. La enfermedad, en menos de un año, había contagiado a una cuarta parte de la población mundial. El registro de muertes le sigue los pasos. Pasaron años para poder crear un tratamiento viable a duras penas. Hasta el momento no hay cura, y la peste sigue en la calle. Ese mismo año que comenzó todo, se dio el mayor derrame petrolero en las costas del caribe. Un buque con un millón de barriles de petróleo se hundió sin que el gobierno del país hiciese algo. Los conflictos entre naciones incrementaban. Y a nadie parecía importarle conseguir una cura.

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Yo lo perdí todo en medio de todo esto: la peste, otras enfermedades, la ruptura, las nuevas dictaduras, manifestaciones, falta de trabajo, conflictos y más conflictos. Mi viejo comenzó a sufrir primero que yo, cuando perdimos a mamá y después cuando murió una de mis sobrinas. Él era físico, se dedicaba al estudio de partículas y del tiempo. Papá fue un genio. Yo solo continué su trabajo. A diferencia de él yo no me pase la vida tratando de resolver el misterio del universo. Yo me dedica al misterio de la enfermedad. Me ha tomado casi treinta años lograr lo que he logrado. Pero aquí estoy, he creado todo un sistema para cruzar una puerta y tratar de romper con el cíclico error de la vida. Mi viejo siempre me hablaba de la partícula de Dios, y de su nombre astutamente bien colocado. Estar en todos lados en todos los momentos y pertenecer al universo. Él una vez me aseguro que todos podemos forma parte del todo y ser el todo. El universo es capaz de absorber nuestra energía, que es lo que nos da forma y nos permite estar en la materia, y llevarnos a donde queramos. Él es parte de ese todo y estoy seguro que está con mamá en este momento, y con mis hijas y con mis hermanos. Lo conozco el estará en esos momentos viviéndolos. Yo, sin embargo, quiero otra cosa, destruir y construir. Destruir este futuro y construir otro. Y para eso es desarrollado la máquina, no como papá que la construyó para viajar a eso momentos, yo iré más allá.

La máquina funciona, solo tengo que volver a cruzar esa puerta, transformarme en partículas similares a la de la materia oscura y luego viajar al través del todo, vibrar, crear fricción, cochar con otras partículas repetidas veces, crear una explosión, ir al origen y expandirme en otro millón de partículas que darán comienzo a la vida otra vez. Y así restaurar todo. Resetear el mismo universo.



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Un relato no tan bizarro, ¿muy parecido a una realidad que podemos ver?, excelente narrativa, me atrapó desde el principio. Felicitaciones.

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Gracias por tu lectura. Sí, un toque de realidad para volverlo algo ficcional. Saludos

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Sinceramente me ha sorprendido bastante el final, no por el viaje en el tiempo, sino que es realmente extremo el desenlace, pues prácticamente está reconstruyendo el big bang, me hace pensar en que las posturas que defienden la creación frente a las teorías científicas, hablan de que Dios produjo el big bang y lo comparan con un futbolista cuando patea a gol, ya que patea el balón de una forma específica para que el balón se dirija a la portería de la manera que el jugador lo desea, de igual forma dios habría dado esa patada inicial que requería el big bang para recorrer el camino que condujera al universo a lo que es hoy, entonces en ese caso el protagonista es ese Dios que da la patada inicial al Big Bang. Saludos. Nos estaremos leyendo.

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Vaya, hasta ahora no había leido una analogía de la crearción con el futbol. Bastante interesante. Investigaré un poco más. Muchas gracias por tu lectura. Nos leemos.

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