_{Photo by Velizar Ivanov on Unsplash}

Analogía del dolor

Tú sabes del dolor,
no ese que te hace gritar
cuando tropiezas la piedra.
Sino de aquel que escuece el tiempo,
arrebata el silencio en un grito,
solo las almas que lo padecen pueden oír,
prolonga las noches
taladrando la conciencia.

Se pega en el pecho, en los sueños,
en la respiración dosificada,
en esa mirada que devuelve el espejo
donde eres una mueca padeciendo un cuerpo,
hace que se desgarren las vestiduras,
mientras una lluvia de oraciones
pide las llaves del cielo,
la ira de Dios,
que se abran las puertas del infierno.

Dolor que te saca lágrimas sin tocarte la piel,
dolor que se reparte entre vecinos,
en una catarsis sangrante,
buscando las culpas no comprendidas.

¿Qué estaré pagando?
Si solo he sabido oscurecer los días de mi prójimo,
Si solo he sembrados dudas donde hay certidumbre
Si solo he inoculado angustias en terrenos de paz.

Dolor que cosecha oscuridad en la luz.
Este dolor es un infierno
donde la felicidad se esconde,
carcome sonrisas
se abraza a otros,
los convierte en cómplices del abismo,
hunde los días,
las horas son un río embravecido
te arrastran al estiércol de la eternidad.

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