¡Saludos cortiades! Soy Luisanni Torres y soy de Venezuela. En esta ocasión les compartiré un micro-cuento en esta distinguida comunidad: @Literaros. Espero que puedan disfrutarlo.
En una tarde de abril lo conocí… fue en un precioso atardecer en la playa de San Luis. Su nombre era Leandro; chico alto, apuesto por naturaleza, de cabello castaño, sus ojos oscuros como el café, su rosto relucía con una simpática sonrisa… -¿Fue amor a primera vista?- No lo sé… lo que sí sé, es que fue la mejor tarde de mi vida. Compartimos nuestros gustos y disgustos, nuestros sueños, anhelos. Entablamos una larga y entretenida conversación hasta el anochecer, una noche estrellada adornaba la ocasión, parecía la vía-láctea. Pero hubo algo terrible que arruinó esa noche mágica: Dos personas encapuchadas se aproximaban hacia nosotros, nos subieron a la fuerza en el auto, aquel chico apuesto me vendó los ojos… -¡cómplice!- le grité. Todo pasó tan repentino que no me esperaba el engaño de Leandro, su risa macabra hacía de esa noche una horrible pesadilla. El camino se hacía largo, eterno, sin rumbo... llegamos a una cabaña abandonada en medio del bosque, se veía aterrador… -¿recuerdas cómo llegaron ahí?- No, tenía los ojos vendados en todo el camino, pero pude percibir que estábamos en medio del bosque. Mis ojos sólo fueron descubiertos en aquel cuarto oscuro, ¡era horrible, había muchas cucarachas y ratas!... ¿Dónde estoy… qué hago aquí?, ¡Sáquenme de aquí…!– Gritaba a todo pulmón y ese cuarto cada día era aterrador… mi ropa se desgastaba, olía muy mal; aquel chico apuesto… -¿Qué pasa con aquel joven?- nunca lo volví a ver, sólo puedo recordar su cautivadora sonrisa y ese atardecer en la playa, no quiero recordar cuando me dejó en ese lugar… ¡ese no era él, no podía ser él!, pero para mí desgracia, lo era. Aquellos sujetos encapuchados me humillaban, golpeaban mi cuerpo hasta dejarme inconsciente, pedía ayuda a gritos desgarradores… pero nadie lograba oírme. Pude notar que ese lugar siempre se mantenía aislado, creo que mi única compañía eran las ratas. Un día intentaron cortar mi garganta, pero cuando estaba a punto de morir, uno de sus celulares sonó.
Debido a su asombro, su navaja desaparece de sus manos, justo lo que yo quería. En un instante perdí el miedo, el dolor, la desesperación aumentaba más. Tome cuidadosamente la navaja que dejó caer uno de los sujetos, logré desatarme… No me temblaba el pulso para acabar con sus vidas y ver cómo pedían piedad esos desgraciados, ya esperaba con ansias mí venganza. –¿Cómo lograste asesinarlos?- fácil, esperé a que se embriagaran, como de costumbre y tuvieran un sueño profundo, los até para que no pudieran hacerme daño.
Fue entonces… cuando los apuñalé en sus pechos. Ardía en mí… toda la furia de mí ser. Cada litro de sangre, era consumida por las ratas. Abrí la puerta, logre escapar,¡corría como el viento…! pero la historia no tuvo un final feliz; Leandro apareció de la nada, me atrapó y me trajo hasta aquí tachándome de loca, me culpó por el asesinato de sus hermanos, me mantuvieron encerrada por mucho tiempo… ¡Doctor. Sáqueme de aquí, por favor ayúdame a traer al culpable, o acabarán más personas como yo! ¡Enfermera llévala a su habitación y colócale un tranquilizante! –Sí doctor…- ¡No me inyecten… Suéltame señora, y sáqueme de aquí!, ese doctor de allá, es cómplice es compli... ce.
-Ella es Jessica Padrón, es esquizofrénica de nacimiento. Asesinó a sus dos primos en el sótano de su casa el 17 de abril del 2014 a las 10:00pm. Toda su familia festejaba una fiesta de disfraces en su cumpleaños número 19. Ella tenía un disfraz de princesa y sus dos primos vestían de negro con antifaces, en cambio Leandro, vestía de caballero con armadura, ellos siempre estaban juntos. Jessica llamó a sus primos: - “Vengan los llevaré a un lugar divertido, esta fiesta apesta. - ¡Sí vamos!”– cuando salieron al patio, Jessica ya se había adelantado y ellos bajaron tras ella las escaleras que daban al sótano.
Tomó la chica una navaja que estaba en el piso, los apuntó y empezó a decirles con voz susurrante: - “No se asusten, los llevaré a un lugar seguro y luego volverán” - ellos quedaron atónicos ante lo dicho por su adorable prima, ella se aproximaba, los golpeó súbitamente con una pala en la cabeza y les clavo la navaja a dos de sus primos directo a su pechos... Su primo Leandro se dio a la fuga, les contó a todos lo sucedido y todo el lugar quedó en absoluto silencio. A los padres de Jessica, no les quedó más remedio que internarla en este lugar y lleva aquí tres años. Leandro se mudó a Madrid con su padre debido al trauma que vivió al perder a sus hermanos.
-¿Cómo va su diagnóstico doctor?
-Día tras día, va de mal en peor, no veo mejora… cada vez que hablamos me cuenta historias distintas, ahora dice que fue víctima de un secuestro y que asesinó a dos cómplices en defensa propia.
-¿Quiénes eran los secuestradores?
-Sus tres primos y Leandro era el joven apuesto que conoció en la playa de San Luis.
-¡Vaya…! Sus historias son cada día más ingeniosas. ¿Recuerdas la vez que te puso como el asesino de sus primos?
-Sí, lo recuerdo… Ya sus padres la dieron por perdida, ni siquiera la vienen a visitar.
¡Gracias por leerme! Nos vemos por aquí después.
